Después de contarte sobre la dieta DASH, considerada una alternativa para controlar hipertensión, un destaca que las personas que se despiertan temprano usan más grasa durante el descanso y el ejercicio por lo que pueden reducir el riesgo a diversos padecimientos, entre ellos enfermedades cardíacas.
La población de estudio incluyó a 51 adultos con síndrome metabólico. Se clasificaron como cronotipos tempranos (24) o cronotipos tardíos (27) según su respuesta a un cuestionario ‘Morningness-Eveningness’.
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El cronotipo se refiere a la preferencia fisiológica de un individuo de estar activo y alerta durante diferentes períodos del día. Influye en el ciclo de sueño y vigilia de una persona, la actividad física, el estado de alerta, el apetito y la temperatura corporal central.
En este estudio, los científicos evaluaron la dinámica del metabolismo energético entre cronotipos tempranos y tardíos durante el descanso y el ejercicio.
Se determinó la oxidación de carbohidratos y grasas tanto en reposo como durante el ejercicio para medir la preferencia de combustible energético. Además, se evaluaron la frecuencia cardíaca y la calificación del esfuerzo percibido.
Conclusiones importantes
Los resultados y detalles de este análisis se publicaron en la revista Experimental Physiology. Uno de los hallazgos es que los cronotipos tempranos tienen un mayor VO 2 máx (utilización máxima de oxígeno durante el ejercicio) y una eliminación de glucosa no oxidativa que los cronotipos tardíos.
El nivel de actividad física fue mayor entre los cronotipos tempranos. Eran más activos por la mañana y al mediodía en comparación con los cronotipos tardíos.
En condiciones de reposo, los cronotipos tempranos mostraron una mayor oxidación de grasas que los cronotipos tardíos.
Durante los ejercicios de intensidad moderada y alta, ambos grupos exhibieron una mayor oxidación de carbohidratos. Sin embargo, los cronotipos tempranos mantuvieron un mayor nivel de oxidación de grasas durante todas las condiciones de ejercicio.
Los cronotipos tempranos también mostraron mayor sensibilidad a la insulina que tardíos, lo que reduce su susceptibilidad a la diabetes tipo 2. Permanecen menos sedentarios a lo largo del día y realizan más actividad física por la mañana y al mediodía, lo que ayuda aún más a mejorar la sensibilidad metabólica a la insulina.
“Se informa que los noctámbulos tienen un mayor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares en comparación con los madrugadores. Una posible explicación es que se desalinean con su ritmo circadiano por varias razones, pero la más notable entre los adultos sería el trabajo", destacó el profesor Steve Malin de la Universidad de Rutgers, Nueva Jersey, autor principal del estudio.
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mva