El príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II, fue un gran aficionado de los extraterrestres y por ello se calcula que pasó más de 70 años investigando avistamientos en todo el mundo y además poseía una gran colección de libros sobre extraterrestres
Su tío, Lord Louis Mountbatten, fue quien transmitió al difunto príncipe consorte el interés por el universo y la vida en otros planetas; incluso su tío escribió un informe oficial sobre el aterrizaje de una nave no identificada en su propiedad de Broadlands en Romsey, Hampshire.
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El informe, que se mantuvo en secreto hasta después de la muerte del Lord en 1979, contaba cómo el albañil Fred Briggs vio la nave flotando sobre el suelo. Se dijo que una figura vestida con un mono y un casco emergió de la parte inferior del vehículo, antes de que Briggs fuera derribado de su bicicleta y clavado al suelo por "una fuerza invisible".
A partir de entonces Felipe de Edimburgo , que murió en abril de 2021 a los 99 años, comenzó a trabajar en lo que se conoce popularmente como Expediente Real X para recopilar información sobre los avistamientos de ovnis en el Reino Unido.
El nacido en Grecia fue un suscriptor habitual de Flying Saucer Review y le dio a su asistente, Sir Peter Horsley, toda la libertad para recopilar historias sobre ovnis de la Real Fuerza Aérea.
Ahora que tanto su esposa como él han fallecido, la familia real está recibiendo un sinfín de peticiones para que la investigación se haga pública, según el periódico Daily Star.
Nick Pope, antiguo funcionario del Ministerio de Defensa que estuvo a cargo de la oficina de OVNIs del gobierno del Reino Unido entre 1991 y 1994, afirma que Felipe y Sir Peter Horsley pasaron años estudiando las supuestas apariciones de objetos voladores no identificados en los cielos británicos.
Cabe destacar que Felipe no fue el único caso conocido de alguien de la realeza fascinado por los ovnis. Por ejemplo, el príncipe Juan Adán II de Liechtenstein investigó el tema, concluyendo que efectivamente hay vida en otros planetas.
De acuerdo con expertos, es altamente probable que la reina fallecida a los 96 años, supiera de este extraño gusto de su esposo.