A una semana de la muerte de la reina Isabel II en el castillo de Balmoral, Escocia, el príncipe William y Kate Middleton han tratado de que sus hijos George, Louis y Charlotte lleven su vida con normalidad y realicen sus actividades, alejados de los funerales de su bisabuela fallecida a los 96 años.
La ahora princesa de Gales reveló que su primogénito, el príncipe George, es quien mejor "comprende la pérdida" de la monarca británica y todo lo que ha sucedido estos últimos días, a diferencia de sus hermanos.
Fue durante el encuentro que tuvo con la gente de Sandringham House cuando Middleton habló de cómo sus hijos han enfrentado la muerte de su bisabuela mientras se adaptan a su nueva escuela.
"Están manteniendo esto lo más normal posible para los niños. Ella dice que los niños se estaban adaptando bien a su nueva escuela", declaró una de las personas que pudo conversar con Kate al respecto.
Tanto George, Louis y Charlotte se encuentran bien, realizando sus actividades cotidianas de lo más normal y se ha dicho que probablemente estarán presentes en el funeral final de la reina el próximo 19 de septiembre.
"Estamos muy cansados, pero la multitud y el apoyo de la gente nos mantienen en marcha", agregó.
Días atrás, Kate les contó a un ciudadano afuera del Castillo de Windsor sobre la reacción del Príncipe Luis ante la muerte de la Reina. Louis, el menor de los hermanos, se dijo tranquilo por la muerte de la reina pues finalmente se iba a reunir con su bisabuelo, quien murió en abril del año pasado.
Ha habido muchos cambios en la familia real desde la muerte de la reina, pero los príncipes de Gales han revelado que están tratando de mantener un sentido de "normalidad" para sus tres hijos.
Tanto Kate, William y sus hijos acababan de trasladar sus vidas de Londres a Windsor. Los menores comenzaron en Lambrook School el 8 de septiembre, el mismo día en que Su Majestad murió.