Durante un viaje oficial a Australia en 1986, la reina Isabel II dejó una carta en un sobre cerrado con la instrucción que deberá abrirse en 2085, es decir, la misiva será abierta casi un siglo después de haberla escrito.
Nadie sabe qué hay dentro del sobre, incluso los asistentes de la monarca fallecida a los 96 años en el castillo de Balmoral, Escocia, desconocen el contenido del misterioso documento.
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"Al justo y honorable Lord Alcalde de Sídney, Australia. Saludos. En un día adecuado seleccionado por usted en el año 2085 d.C., por favor abra este sobre y transmita a los ciudadanos de Sidney mi mensaje para ellos. Isabel R", escribió la monarca en 1986, durante su visita al Queen Victoria Building de Sídney.
La carta permanecerá exhibida en una vitrina situada bajo una cúpula del edificio Queen Victoria Building de Sídney hasta 2085.
El edificio que visitó Isabel II cuando escribió la carta fue construido entre 1893 y 1898 y su nombre rinde honor a la monarca Victoria I, cuyo reinado incluía a Australia en esa época. El Queen Victoria Building tuvo distintos usos, hasta que fue remodelado y reinaugurado como centro comercial en 1984. Ahora guarda uno de los secretos más preciados de la corona.
El contenido de la carta se ha mantenido en secreto durante todos estos años, algunos consideran que se trata de un mensaje trascendente para la ciudad y sus habitantes.
El último adiós a la reina
El miércoles en la tarde se abrieron las puertas del Parlamento para que el público presente sus respetos. El féretro de la reina permanecerá en Westminster hasta el lunes 19 de septiembre, cuando se celebrará el funeral de Estado.
Más de 2 mil personas, incluyendo jefes de Estado de varias naciones, acompañarán a la familia real en la Abadía de Westminster. La ceremonia será a las 11, hora de Londres.
Su ataúd será transportado nuevamente a Windsor, para llevar a cabo otra ceremonia a la que asistirán alrededor de 800 personas, en la Capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor. Allí, finalmente, descansará junto a su esposo, el príncipe Felipe, luego de un servicio privado a las 19:30 del lunes.