Fue en 2010, cuando el defensa de la selección española Gerard Piqué, y la cantante colombiana Shakira se conocieron durante el Mundial de fútbol, Sudáfrica donde el se coronó campeón y ella fue la encargada del tema principal.
Desde entonces, la pareja se ha convertido en una de las más queridas a través de redes sociales, pues aunque son escasos los momentos que comparten se sabe que siguen muy enamorados.
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A pesar de estar casados, los famosos han creado una familia al lado de sus hermosos hijos: Milan y Sasha, quienes se roban la mirada de todos en los perfiles de sus padres.
Cabe mencionar que al igual que las muestras de cariño entre ellos, los dos famosos han mantenido a sus hijos fuera del ojo público, y ha sido Shakira la que compartió sus razones.
Fue a través de una entrevista a un medio canadiense donde la intérprete de “Loba” y “Waka Waka”, reveló que prefiere mantener a sus pequeños al margen de su fama mundial por lo que no permite que escuchen sus canciones.
A pesar de que el futbolista ha inculcado el deporte en la vida de los menores, ambos se han inclinado por las artes, y ahora es Milan de ocho años quien demuestra cómo heredó las habilidades de la colombiana.
Dotes musicales
Fue a través de su cuenta oficial de Instagram, donde la cantante de Barranquilla, Colombia, compartió un tierno video de su hijo mayor tocando el piano, un momento que sin duda llenó de orgullo a la intérprete.
“Este concierto virtual es un pequeño homenaje de Milan a nuestra inolvidable Bela. Quien nos dejó el mejor regalo…”, fue el texto que compartió la cantante.
En el video se puede ver al pequeño Milan tocar el piano como todo un profesional, pues a su corta edad, ha demostrado que tiene el verdadero talento de su madre, quien es toda una institución en música.
Cabe mencionar que la cantante también ha compartido que en más de una ocasión, su pequeño hijo la ha ayudado en más de una ocasión a componer sus canciones, pues se trata de una verdadera joya siendo tan joven.
Lo que más ha sorprendido es la verdadera concentración y profesionalismo del niño, pues no pierde en ningún momento el compás de la música ni se muestra nervioso, ya que tiene a su madre a un lado grabandolo.
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