En historias que ponen en alto el orgullo latino, esta vez toca hablar de Frank Rubio, un piloto y médico de origen salvadoreño que próximamente emprenderá su primera misión como astronauta de la NASA en un viaje a las estrellas. El destino es la Estación Espacial Internacional en el que habitarán seis meses.
Rubio, quien nació en Los Ángeles pero creció en El Salvador en los primeros años de su vida, despegará el próximo 21 de septiembre a bordo de la nave Soyuz MS-22 desde Kazajstán. Estará acompañado de otros miembros más de la tripulación: los astronautas rusos Sergey Prokopyev y Dmitri Petelin.
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Se trata de una misión que forma parte de la histórica colaboración entre la NASA y Roscosmos, la agencia espacial rusa, que desde hace más de 20 años trabajan juntos en la Estación Espacial Internacional.
“Para mí es un gran orgullo poder representar al pueblo salvadoreño”, dijo durante una entrevista telefónica con The Associated Press. “Es algo que es muy emocionante para mí y para nuestra familia”.
Frank, quien actualmente se encuentra en el Centro de Entrenamiento de Cosmonautas de Gagarin, en Rusia, contó que aún continúa entrenándose para su próxima misión. En 2020 también fue confirmado uno de los tres integrantes de la primera generación de astronautas que viajará a la Luna en el 2024 como parte de la misión Artemisa.
Su primera misión
En entrevista con la agencia AP, Rubio explicó que esta es su primera misión espacial desde que se convirtió en astronauta de la NASA en 2017, año en el que fue seleccionado para incorporarse al servicio una vez que terminó su entrenamiento básico.
Antes se graduó de la Academia Militar de EE.UU. y obtuvo un doctorado en medicina de la Universidad de Servicios Uniformados de Ciencias de la Salud. Durante su tiempo como militar, trabajó como piloto de helicópteros UH-60 Blackhawk y voló más de 1 mil 100 horas, incluidas más de 600 horas de combate durante algunos despliegues en Bosnia, Afganistán e Irak, según detalla el sitio oficial de la NASA.
Para su primera experiencia, Rubio lleva dos años trabajando y entrenando con jets supersónicos T-38, además de sus sesiones en máquinas centrífugas rusas y estadounidenses que simulan aceleraciones y terminan por acostumbrarla a las fuerzas que vivirá en el despegue.
El hombre de 46 años, quien podría llegar a ser el primer latino en pisar la Luna o Marte, dijo que espera hacer alguna una caminata espacial en algún momento, una cuestión que describió como un desafío, pues afirmó que hay que trabajar durante muchas horas y estar concentrado reparando los mecanismos de la estación.
De igual forma, indicó que también le gustaría poder experimentar con uno de los proyectos más innovadores que ha visto: la impresión de tejido celular humano en impresoras 3D, algo que otros astronautas ya han realizado en zonas donde no hay gravedad.
En específico, la misión que Rubio está a punto de emprender tiene como objetivo estudiar el cuerpo humano y cómo podría ser afectado por la microgravedad, un tema clave que ayudará a comprender cómo se puede permanecer en la Luna o en Marte más tiempo.
Además de Frank, la agencia espacial de Estados Unidos ha enviado a otros hispanos al espacio que son dignos de recordar: tal es el caso de Ellen Ochoa, física y científica de la NASA que se convirtió en la primera mujer de origen hispano en haber viajado al espacio. Los padres paternos de Ochoa eran mexicanos.
En esta lista también sobresalen Michael Lopez-Alegria, primer astronauta nacido en España; Joe Acaba de ascendencia puertoriqueña, así como Serena Aunon-Chancellor, astronauta de orrigen cubano.
bnaj