Luego de contarte que por “acosadora y manipuladora”, Meghan Markle recibe el odio de los británicos, expertos en lenguaje corporal analizaron el comportamiento con su esposo el príncipe Harry y encontraron falta de afecto y posturas rígidas entre ambos durante el funeral de la Reina.

La pareja, que regularmente es vista con las manos entrelazadas, mantuvo la distancia durante el funeral en la Abadía de Westminster realizado el lunes 19 de septiembre.

Katia Losial, experta en lenguaje corporal, consideró que este cambio puede deberse a las críticas que recibieron en redes sociales por sus muestras de afecto durante el servicio estatal de la Reina en donde fueron captados tomados de la mano.

Ante la cadena Sky News, Loisal dijo que la exactriz de Suits adoptó en el funeral la expresión de varios miembros de la realeza durante el servicio.

“Meghan se sentó muy quieta, con la mirada fija y mirando hacia el frente o hacia el suelo. Este lenguaje corporal discreto puede ser una señal de respeto y reflejar un deseo de desviar la atención de uno mismo y volver a la difunta reina Isabel”, dijo Loisal.

¿Ni una muestra de afecto entre Meghan y Harry?

Si bien la estadounidense de 41 años y su esposo, el príncipe Harry, se vieron obligados a evitar las muestras públicas de afecto en la ocasión, se ha prestado mucha atención a los breves momentos en que se reconectaron.

En una foto, la pareja fue capturada tocándose brevemente las manos, lo que, según Loisel, fue un intento de consolarse mutuamente. Estaban “buscándose de forma no verbal”.

“Sus cabezas se torcieron y la cabeza se inclinó hacia adentro en un intento de brindar y recibir comodidad y tranquilidad. Sin embargo, es importante ver estos comportamientos no verbales por lo que son, no como una señal de falta de respeto, sino como dos personas que buscan ayuda y encuentran consuelo el uno en el otro durante lo que es un momento increíblemente difícil”.

En suma, otra experta consideró que el apoyo mostrado por Meghan en el funeral fue silencioso a su esposo con una mirada de dignidad teñida de tristeza.

Por otra parte, de acuerdo con Judi James, experta en lenguaje corporal y escritora, Harry caminó “a una gran distancia de su hermano [el Príncipe William], sus cejas fruncidas y su parpadeo rápido sugirieron el inicio de las lágrimas” durante el servicio de su amada abuela.

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mva