El exasesor de Donald Trump, Steve Bannon, se entregó este jueves en la oficina del fiscal de Manhattan para enfrentar los cargos de lavado de dinero, conspiración y fraude, relacionados con un presunto esquema de estafa utilizado para recaudar dinero destinado a la construcción del muro fronterizo con México.
La acusación deriva de una investigación de los fiscales federales, quienes acusan a Bannon y a otros tres hombres de engañar a miles de partidarios de Trump que donaron 25 millones de dólares para la construcción del muro en la frontera entre Estados Unidos y México. Sin embargo, apuntan las autoridades, Bannon y sus cómplices desviaron el dinero para otros fines.
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Uno de los asociados de Bannon, que quiso permanecer en el anonimato, creó una plataforma de recaudación de fondos en línea para recibir el dinero que falsamente se adjudicaba a la continuación del muro. Para recibir los recursos de los donantes, el organizador prometió que "el 100% de los fondos" se destinaría a su construcción y que de su parte no recibiría un salario del proyecto 'We Build The Wall'.
En agosto de 2020, Bannon fue acusado junto con su antiguo socio Andrew Badolato; el veterano de la Fuerza Aérea Brian Kolfage y el empresario de Colorado, Timothy Shea, de haber participado en el esquema fraudulento.
Los federales dijeron que los cuatro desviaron un millón de los 25 millones recaudados por los donantes, dinero que fue presuntamente se ocupó para pagar una cirugía estética, carritos de golf y liquidar deudas de sus respectivas tarjetas de crédito.
Los fiscales de Manhattan citaron los registros bancarios y trabajaron en silencio en la investigación durante el año pasado, mientras también se investigaba a Trump y a su negocio de bienes raíces, dijeron fuentes federales a CNN. No obstante, en enero de 2021, el expresidente lo perdonó y le conendió el indulto en sus últimas horas en el cargo.
Al respecto, Bannon emitió el martes por la noche un comunicado en el que califica las acusaciones como "cargos falsos" y "nada más que un armamento político partidista del sistema de justicia penal", culpando de su situación a las actuales motivaciones políticas.
“Estoy orgulloso de ser una voz destacada en la protección de nuestras fronteras y la construcción de un muro para mantener a nuestro país a salvo de las drogas y los delincuentes violentos”, dijo en su mensaje, y agregó: “Vienen tras todos nosotros, no solo el presidente Trump y yo mismo. Nunca voy a dejar de luchar. De hecho, todavía no he comenzado a luchar. Tendrán que matarme primero".
De acuerdo con reportes del Daily News, Kolfage y Badolato se declararon culpables de los cargos en abril y su sentencia está programada para diciembre. Mientras que el caso contra Shea terminó en un juicio nulo en junio después de que un miembro del jurado que se mantuvo en desacuerdo alegó una "cacería de brujas" del gobierno. Shea ya se prepara para volver a ser juzgado el próximo mes.
En julio, Bannon también fue declarado culpable de desacato al Congreso por negarse a cooperar con el comité especial de la Cámara que investiga el asalto al Capitolio del 6 de enero. Enfrentará hasta dos años de cárcel en una prisión federal cuando reciba sentencia el próximo mes.
De acuerdo con el abogado de Bannon, Robert Costello, el estratega político piensa declararse inocente de los delitos que se le imputan en cuanto sea procesado.
bnaj