El periódico MILENIO reveló que desde el año 2000 a la fecha, 21 migrantes mexicanos han sido encarcelados injustamente, acusados por agentes estadunidenses, quienes fabricaron pruebas en su contra. Asegura que el modus operandi que mantienen es el mismo y ni siquiera con el paso de los años se han modificado las fabricaciones de culpables mexicanos.
El medio revisó archivos públicos, expedientes en cortes locales y federales, así como en el Registro Nacional de Exoneraciones de Estados Unidos, y elaboró una base de datos propia que revela que el total del tiempo que pasaron en prisión estos mexicanos suma 259 años.
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De hecho, MILENIO asegura que al revisar los casos parecen calcados: mexicanos jóvenes, indocumentados, morenos, encarcelados gracias a los testimonios falsos de policías norteamericanos. Entre los delitos se encuentran homicidio, abuso sexual, entre otros. Estos hombres pasaron entre 2 y 28 años encarcelados en distintas prisiones de Estados Unidos, recluidos en condiciones terribles por crímenes que no cometieron y muchos años después lograron demostrar su inocencia.
Según el Registro Nacional de Exoneraciones de Estados Unidos, desde el año 2000 a la fecha se han registrado 331 exoneraciones de latinos en ese país. Los años con más liberaciones fueron 2015 y 2016. En lo que va de 2022 se ha comprobado la inocencia de seis hispanos, cinco de ellos habían sido acusados de homicidios, y perdieron en prisión entre 15 y 28 años, por delitos que no cometieron. De acuerdo con el Registro, el promedio de años que tarda un latino en demostrar su inocencia es de 7.5 años.
En la base de datos elaborada por MILENIO a partir de los miles de informes en el Registro Nacional de Exoneraciones de Estados Unidos, se encontraron 21 historias de mexicanos. Entre ellas se encuentra la de Alejandro Domínguez, un migrante mexicano que fue acusado de violar a una joven de 18 años en Illinois. En ese entonces tenía solo 16 años.
El detective instigó a la víctima para que asegurara que el migrante mexicano fue su atacante. La fiscalía no hizo una prueba de ADN, no analizó los residuos. Nada. Fue 9 años después cuando ya estando tras las rejas, el juez aprobó que se hiciera un estudio. Negativo. Domínguez no fue el atacante.
Con información de MILENIO
abc