Para los expertos en migración, la trágica pérdida de vidas de 53 migrantes que aparecieron muertos en un tráiler en San Antonio ilustra lo difícil que es detener la inmigración país, incluso cuando el gobernador de Texas, Greg Abbot, pasó el último año invirtiendo miles de millones estatales.
También han cuestionado la transparencia en el gasto ejercido para la misión llamada 'Operation Lone Star' que ha costado 3.000 millones de dólares desde la primavera de 2021. Algunos arrestos, incluso por pequeñas cantidades de marihuana parecen no evitar el flujo migratorio. El despliegue apresurado de la Guardia Nacional solo ha ocasionado quejas por baja moral de los elementos, pagos retrasados y poco que hacer.
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“Cada punto de datos que hemos visto sobre la migración a Texas desde México muestra que los migrantes están llegando a la frontera en la misma cantidad que antes. No hay evidencia numérica de que haya tenido algún impacto numérico en los flujos migratorios”, dijo Adam Isacson, experto en seguridad regional de la Oficina de Washington para América Latina ante Texas Tribune.
A lo largo de la frontera de Texas, donde las autoridades dicen que comenzó la travesía del tráiler que fue encontrado con los 53 cadáveres de los migrantes, las autoridades impidieron que migrantes cruzaran ilegalmente 523 veces entre enero y mayo, 417 mil veces más que en el mismo periodo del año pasado.
La culpa al presidente
Después de que se supo la tragedia de los 53 migrantes, Abbott, del Partido Republicano, señaló contundentemente como culpable al presidente Joe Biden y su “negativa a hacer cumplir la ley”. En suma, anunció que tras muerte de migrantes, estrictas medidas que Texas implementará a camiones.
Sin embargo, en 2017 con una tragedia similar, donde 10 migrantes murieron, Abbott consideró que la “trata de personas es una epidemia que Texas está tratando de erradicar”.
Abbott ha intentado presionar a Biden para que mantuviera el Título 42, una orden de salud pública de la era del presidente Donald Trump que Washington había utilizado para rechazar a millones de migrantes en la frontera durante la pandemia de COVID-19.
La política sigue vigente y se ha utilizado más de 2 millones de veces desde marzo de 2020 para rechazar a la mayoría de las personas que intentan ingresas a los Estados Unidos. Por ello, expertos en inmigración dicen que el argumento de Abbott de que Biden no cumple la ley, no se sostiene.
La Corte Suprema de Estados Unidos autorizó el jueves pasado a Joe Biden poner fin al programa ‘Quédate en México’, introducido por Trump y bajo el cual se envía de vuelta a solicitantes de asilo para que esperen la resolución de sus casos al otro lado de la frontera. Esta fue considerada como una victoria para Biden.
mva