El 3 de agosto de 2019 es una fecha que quedará marcada para Texas, Estados Unidos. Fue en ese día que un hombre entró a una tienda Walmart y dejó 23 víctimas mortales; ahora, a casi cuatro años del suceso, el acusado de 24 años de edad se declaró culpable de la masacre.
Su nombre es Patrick Crusius y admitió los 90 cargos federales conectados al tiroteo para el cual manejó por alrededor de 10 horas, desde los suburbios de Dallas hasta El Paso, armado con una AK-47 y municiones para atacar específicamente a personas de origen latino.
Los cargos incluyeron 23 cargos por delitos de odio, 23 por uso de armas de fuego para cometer asesinato con relación a un crimen por violencia, 22 por delitos de odio que involucran el intento de asesinato, y 22 por uso de arma de fuego durante y con relación a un crimen por violencia.
El hombre declaró a los investigadores del caso que específicamente escogió esa tienda al estar seguro de que habría gente latina antes de abrir fuego en el estacionamiento y después entrar al lugar para asesinar a 23 personas y herir a otras 22.
Tan sólo unos minutos antes del atentado, Crusius publicó en línea que el ataque se debía a la “invasión hispánica de Texas”, por lo que simplemente estaba “defendiendo [a su] país del reemplazo cultural y étnico que ha traído [dicha] invasión”.
Cronología del caso
El tiroteo se llevó a cabo el 3 de agosto de 2019 a las 10:39 am, sin embargo, el cuerpo policiaco llegó hasta seis minutos después y fue a las 12:40 pm que indicaron haber recuperado el arma y el automóvil del sospechoso. Posteriormente, detuvieron al atacante sin resistencia y fue acusado de asesinato capital.
En su primera audiencia llevada a cabo el 10 de octubre de 2019, Crusius se declaró como “no culpable” frente a las familias de las víctimas y los sobrevivientes del ataque, sin embargo, luego de posponer constantemente el juicio, el atacante cambió su postura y se ha declarado culpable.
Los fiscales federales dijeron que no buscarían la pena de muerte para Crusius. Con la pena capital fuera de discusión, el acusado por asesinato posiblemente podría enfrentar cadena perpetua si su caso hubiera ido a juicio.
A pesar de que el veredicto federal deja fuera la posiblidad de la pena de muerte, el acusado podría ser sometido a la inyección letal por el caso del estado de Texas en su contra, que es completamente independiente de los cargos federales. Dicha sentencia tendrá lugar en una fecha posterior que aún se desconoce.
vcz.