Fue este 3 de diciembre cuando dio inicio la segunda fase del mundial de Qatar 2022, en donde Argentina pasó a los cuartos de final tras vencer a Australia, y tras un gol de Lionel Messi, hizo su tradicional festejo y este es su triste significado.
Con cada una de sus anotaciones, la estrella del PSG levanta brazos y mirada al cielo, y aunque millones de niños en todo el mundo replican su festejo, esto es lo que hay detrás del mismo.
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Desde los inicios de su carrera profesional, el argentino hace lo mismo en cada uno de sus goles: se hace la señal de la cruz, se besa la mano, levanta sus brazos y dedos índices hacia el cielo.
Y es que al parecer, esto es una clara dedicación para alguien que para dedicarle sus goles, como hizo a lo largo de toda su carrera profesional, a su abuela Celia, que murió en 1998.
¿A quién dedica Lionel Messi sus goles?
A pesar de que el deportista siempre tiene muy presentes a su esposa e hijos, su festejo se remonta a su infancia, pues el gesto de mirar al cielo es dedicar los goles a su abuela Celia.
El mismo deportista y empresario de 35 años de edad, expresó en una entrevista como todo lo que ha conseguido en el fútbol ha sido gracias a su abuela, quien murió hace 25 años.
“Hago esto porque le dedico mis goles a mi abuela. Ella me llevaba al fútbol pero ahora no puede ver adónde he llegado. De todas formas, ella sigue ayudándome a mí y a mi familia”, contó Messi hace unos años.
Dentro de lo que ha revelado el esposo de Antonella Roccuzzo aunque su abuela haya muerto cuando tenía tan sólo 11 años de edad, tuvo una gran influencia en su carrera futbolística.
Y es que la señora fue la primera que lo llevó a jugar al Club Grandoli, donde dio sus primeros pasos en las canchas, y desde entonces fue la que más lo apoyó y vio futuro en él dentro del deporte.
El mismo ha contado en anécdotas, como su abuela persuadió a su primer entrenador para que le diera una oportunidad, lo que marcó un antes y un después en su vida personal y profesional.
“Ponelo que te va a salvar el partido”, le dijo Celia a Salvador Aparicio, entrenador de la Categoría 86 que no incluía a su nieto de cuatro años por miedo a que lo lastimaran, ya que era demasiado pequeño para su edad.
Después de insistir, el DT metió a "la Pulga" y terminó convirtiendo dos goles, pues aseguró que su abuela miró al técnico de forma desafiante, sabiendo que su consejo había dado réditos.
Y desde que ella falleció, el deportista no hace más que dedicarle cada una de sus anotaciones, pues si ella no lo hubiera apoyado de tal forma, nunca hubiera conseguido lo que ha logrado hasta ahora.
GBR.