La familia del actor Pablo Lyle, declarado culpable de homicidio involuntario por una corte de Miami, Florida, quedó devastada tras escuchar el veredicto que le hará enfrentar al mexicano varios años en la cárcel.
Luego de que la jueza Marisa Tinkler emitiera su fallo, Lyle se despidió de sus familiares, quienes lo acompañaron durante todo el juicio en su contra. Entre ellos, se encontraba su esposa, Ana Araujo, así como Silvia, la hermana de Pablo, y Lucas Delfino, cuñado del actor.
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Ahora Lyle se enfrenta a una pena de hasta 15 años de prisión, por lo que permanecerá en custodia de la policía hasta que se determine su condena el próximo 26 de octubre.
La defensa del actor pidió que los tres años de su arresto domiciliario se tomen en cuenta para determinar su sentencia.
La reacción de la familia de Pablo Lyle al veredicto final
En videos captados por los medios de comunicación, se puede observar que la primera reacción de los presentes fue de completa conmoción al escuchar la sentencia, pero poco después Lyle se acercó a su familia para buscar apoyo y darles el triste adiós antes de que los policías le coloracan las esposas.
Lyle, vestido de traje azul, fue abrazado por su esposa, quien le dio un beso de despedida. Después abrazó a su hermana, su suegra y su cuñado, quienes le dedicaron algunas palabras de aliento.
La sala se llenó de los llantos de la familia del actor, quienes no daban crédito a la decisión del jurado, mientras que del otro lado, los familiares de la víctima agradecían entre lágrimas que se hubiera hecho justicia.
¿Qué hizo Pablo Lyle y de qué lo acusan?
Fue el 31 de marzo de 2019 cuando la vida de Pablo Lyle cambió para siempre. Durante un altercado de tránsito, el artista y un hombre de nacionalidad cubana llamado Juan Ricardo Hernández se enfrentaron a golpes luego de que la camioneta en la que viajaban le cerrara el paso al automóvil de Hernández.
El cubano, molesto, los alcanzó en un semáforo en rojo y comenzó a golpear una de las ventanas de la camioneta del cuñado de Lyle, Lucas Delfino, quien se bajó del vehículo y propino un fuerte puñetazo en la cara al enfurecido hombre, lo que provocó que este cayera en seco y su cabeza golpeara el pavimento.
Pablo Lyle y su familia huyeron de la escena y Hernández fue llevado de emergencia a un hospital. Cuatro días después, el hombre de 63 años falleció en cuidados intensivos.
Poco después se comprobó que Hernández sufrió una hemorragia en la parte frontal y posterior de la cabeza provocada por el golpe de Lyle.
La fiscal estatal de Miami-Dade, Katherine Fernández-Rundle, dijo que la conclusión de este juicio es una prueba de la "naturaleza destructiva de los altercados y peleas generados por incidentes de tráfico".
"Dos vidas destruidas por un simple enojo en una vía de circulación, una situación que ocurre con demasiada frecuencia en nuestras calles y en las calles del país", señaló.
bnaj