En julio de 1986 ocurrió la boda entre el príncipe Andrés y Sarah Ferguson. Con el paso de los años algunos especialistas en la realeza británica aseguran que el enlace matrimonial fue para esconder infidelidades y escándalos.
En aquel entonces fueron llamados los “príncipes de la eterna sonrisa” pues además se considera que Andrés era el hijo favorito de la reina Isabel.
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Sin embargo, la pareja duró tan solo seis años junta y los rumores crecieron luego de darse a conocer los escándalos del príncipe Andrés. Andrés y “Fergie” se conocieron cuando tenían alrededor de 10 años en el Guards Polo Club.
Así fue la boda entre Andrés y Fergie
Después, Andrés se capacitó como marino y Fergie estudió para ser secretaria. Se convirtió en amiga de Diana de Gales desde la adolescencia.
Fue la misma princesa Diana quien la invitó a una velada y así se reencontró con Andrés. En 1985 se dio a conocer su noviazgo y pronto se convirtió en una de las parejas populares y asediadas por los fotógrafos.
Entre las anécdotas de Fergie, están que cuando conoció a la Reina Isabel estaba tan nerviosa que al verla se tropezó con uno de los corgis y derramó su bebida. Cuando comenzaron a salir se decía que Andrés tenía otras relaciones y ella decía que no le importaba.
“Nunca estuve celosa de los chismes de Andrew con alguna otra mujer. Él se preocupaba por mí, y eso era suficiente”, dijo Fergie en su autobiografía.
La boda estuvo engalanada por más de 2 mil invitados. El vestido de Fergie fue de una modista de origen británico.
La cola medía 5.1 metros de largo y tenía la letra “A” bordada, la novia usó un velo sujeto a su cabello con una corona de gardenias, las favoritas de Andrés.
Uno de los símbolos que más llamó la atención es que la tiara regalada por la reina estaba por debajo de las flores de su esposo, dejando en claro que él estaba en primer lugar.
chp