Rick Kaufman, padre de Caitlyn Kaufman, una enfermera de Tennessee asesinada durante un ataque de ira el 2 de diciembre de 2020, se abalanzó sobre los presuntos asesinos de su hija en plena corte.
Kaufman intentó golpear a los dos hombres acusados de dispararle a su hija al conocerlos en persona, por primera vez, durante una audiencia preliminar antes de su juicio, programado para el mes de enero.
Te podría interesar
El padre de la víctima fue detenido por los secretarios judiciales y retirado temporalmente de la sala del tribunal de Nashville para que pudiera recobrar la calma.
Minutos después se le permitió regresar a la corte y se secó las lágrimas de los ojos cuando James Cowan y Devaunte Hill entraron una vez más a la sala. Ambos enfrentan cargos de asesinato por la muerte de la joven de 26 años.
¿Qué ocurrió la tarde del 3 de diciembre de 2020?
La enfermera de la Unidad de Cuidados Intensivos conducía hacia su turno en el Hospital Ascension St. Thomas, el 3 de diciembre de 2020, cuando se encontró con Hill y Cowan en una carretera.
Un informante le dijo a la policía que Hill se enfureció después de que Caitlyn Kaufman los interrumpiera y comenzó a disparar contra su vehículo.
La originaria de Pensilvania logró maniobrar su automóvil hasta la lateral de la carretera, pero murió poco después, antes de que pudiera llamar al 911.
Un detective le dijo a la corte esta semana cómo un oficial que respondió vio el automóvil de Kaufman al costado de la carretera y asumió que había estado involucrado en un accidente.
Pero cuando se acercó, el policía vio agujeros de bala en el vehículo y Kaufman se desplomó sobre el volante. El coche seguía funcionando y su pie seguía en el freno.
Varios días de búsqueda para encontrar a los responsables
Devaunte Hill fue arrestado seis días después del tiroteo, mientras que James Cowan, a quien encontraron dos pistolas en su automóvil, fue detenido aproximadamente un mes después.
Los policías dijeron que los datos del teléfono celular ubicaron a ambos hombres en las cercanías del tiroteo y que cuentan con antecedentes penales.
“No podemos entender cómo hay alguien por ahí que podría hacerle esto”, dijo un familiar de la víctima a la cadena WKRN. “Le encantaba lo que hacía, ser enfermera. Le encantaba ayudar a la gente”.
abc