Nace bebé gigante en Brasil con macrosomía fetal: ¿cuáles son las causas y riesgos de esta condición?

El nacimiento de bebés es algo que se ve todos los días en el mundo, sin embargo, este fue considerado un hallazgo ya que su peso supera la medida promedio de los neonatos, por lo que se volvió un caso famoso en los medios de comunicación.

El pasado 18 de enero una mujer dio a luz a un bebé que midió 59 cm de alto y pesó 7.3 kilos. Aunque no superó el récord del bebé más pesado del mundo (nacido en Italia con un peso de 10.2 kilos), sí superó el promedio de los recién nacidos, cuyo peso ronda entre los 3.3 kilos (niños) y 3.2 kilos (niñas).

El bebé llamado Angerson Santos nació por cesárea en el Hospital Padre Colombo, ubicado en Parintins en el Amazonas brasileño, y la condición médica bajo la cual nació lleva el nombre de “macrosomía” (del griego “cuerpo gigante”), una condición que ocupa aproximadamente el 12% de los nacimientos en el mundo. 

¿Qué es la macrosomía fetal?

Es un término que se utiliza para describir a un recién nacido que es mucho más grande que el promedio, es decir, que todo bebé que pesa más de 4 kilos, independientemente de la edad gestacional, es un bebé macrosómico, y los riesgos asociados a esta aumentan cuando el peso al nacer es de más de 4.5 kilos.

La macrosomía fetal puede ser difícil de detectar y diagnosticar durante el embarazo. Los signos y síntomas incluyen los siguientes: 

• Altura importante del fondo uterino: durante las visitas prenatales es posible medir la altura del fondo uterino (distancia desde la parte superior del útero hasta el hueso púbico), y si sus medidas son mayores a las esperadas, este podría ser un signo de macrosomía fetal.
• Exceso de líquido amniótico (polihidramnios): el líquido amniótico es el que rodea y protege al bebé durante el embarazo, y tener demasiado puede ser un signo de que el bebé es más grande del promedio.

¿Cuáles son sus riesgos y consecuencias?

Ciertos factores pueden aumentar el riesgo de tener un bebé con macrosomía fetal, algunos de los cuales algunos se pueden controlar y otros no. Por ejemplo: 

• Diabetes de la madre: tener diabetes antes del embarazo (diabetes pregestacional) o al contraerla durante el embarazo (diabetes gestacional) es más probable que el bebé tenga macrosomía fetal. Además, si no se controla de manera adecuada, es probable que el bebé tenga hombros más grandes y una mayor cantidad de grasa corporal. 
• Antecedentes de macrosomía fetal: haber tenido un bebé de gran tamaño anteriormente, aumenta el riesgo de tener otro con macrosomía fetal. Por otro lado, si la madre pesó más de 4 kilos al nacer, es más probable que tenga un producto de gran tamaño.
• Obesidad de la madre: padecer obesidad aumenta las probabilidades de tener un bebé con macrosomía fetal.
• Aumento excesivo de peso durante el embarazo: el aumento de peso en la madre durante el embarazo aumenta el riesgo de que su bebé tenga el padecimiento. 
• Embarazos anteriores: el riesgo de tener un bebé con macrosomía fetal es mayor con cada embarazo. Hasta el quinto, el peso promedio de cada recién nacido suele aumentar de forma sucesiva 113 gramos.
• Tener un varón: generalmente, los bebés varones ligeramente más que las niñas. Incluso, la mayor parte de los bebés que pesan más de 4.5 kilos son varones. 
• Embarazo pasado de término: si el embarazo se extiende más de dos semanas después de la fecha prevista del parto, el bebé corre un mayor riesgo de tener esta condición.
• Edad de la madre: las mujeres mayores de 35 años tienen más probabilidades de tener un bebé al que se le diagnostique macrosomía fetal. 

Entre las consecuencias se encuentran los riesgos durante el parto, ya que el bebé tienen más probabilidades de tener dificultades para moverse a través del canal de parto debido a su tamaño; además, es común que el hombro del bebé se atasque detrás del hueso púbico de la madre, un término conocido como “distocia de hombros”.

Mientras el bebé se encuentra atrapado, no puede respirar y el cordón umbilical puede comprimirse. A su vez, puede fracturar la clavícula del bebé o dañar los nervios del plexo braquial de los brazos y, en los casos más graves, este daño puede ser permanente. 

Para la madre, otra consecuencia de tener macrosomía fetal es que puede aumentar el riesgo de desgarro vaginal durante el parte, lo que aumenta a su vez el riesgo de hemorragia posparto, que es la principal causa de muerte materna en todo el mundo. Por lo tanto, entre más grande es el bebé, mayor es el riesgo de lesiones durante el parto vaginal normal. 

La macrosomía de los recién nacidos también conduce a un mayor probabilidad de prolongación de la segunda etapa del trabajo de parto, que ocurre cuando el cuello uterino está completamente dilatado y la cabeza del bebé se mueve hacia la vagina. Por el tamaño, los bebés macrosómicos tienen un movimiento más lento de lo normal, lo cual puede aumentar el riesgo de que la madre sufra infección, retención urinaria y hematoma (hemorragia interna):

Dado que los casos de macrosomía fetal (tal como el de Angerson Santos) son un riesgo durante el embarazo, es importante tomar prevenciones tales como asistir frecuentemente al médico previo a la concepción para mantener una gestación saludable; también se recomienda mantenerse activo, controlar la diabetes en caso de padecerla y procurar el control del peso de la madre.

vcz.