Comerse las uñas tiene más consecuencias de las que imaginas: además de tener un preocupante significado emocional, hacerlo provoca problemas de salud; sin duda, es un mal hábito que pasa desapercibido, y por lo mismo, se complica y se atiende tarde. Por tal motivo, debes conocer lo que hay detrás de la onicofagia (como también se le conoce a comerse las uñas) y lo que revela de ti cuando lo haces.
Pon atención a tu alrededor: ¿hay alguna persona que se esté mordiendo o comiendo las uñas? Son varias las que lo hacen de forma inconsciente, incluso, pueden llegar a arrancarse los “pellejitos” de sus dedos, acción que causa heridas muy fuertes. Comerse las uñas no es normal, pero tampoco es algo que no se pueda solucionar; existen tips para curar la onicofagia.
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¿Qué significa cuando una persona se come las uñas?
En la mayoría de los casos, la onicofagia se relaciona con problemas emocionales: varias de las personas que se comen las uñas sufren de estrés. En el caso de los niños podría revelar que tienen un trastorno obsesivo-compulsivo o sufren “bullying” u hostigamiento. En los adultos, este hábito se presenta con regularidad cuando atraviesan demasiada tensión cotidiana o bien, enfrentan un duelo personal, según señala la UNAM.
¿Qué le pasa a la gente que se come las uñas?
Morder y comerse las uñas tiene sus consecuencias (aunque no lo parezca):
- Debajo de las uñas se albergan bacterias como la E. coli y salmonela, las cuales provocan problemas estomacales.
- Podría generarse una infección bacteriana en la piel llamada paroniquia, que ocurre alrededor de las uñas y es muy dolorosa, según información de la Academia Americana de Dermatología (AAD).
- Provoca que los dientes se deformen o se desgasten prematuramente, además de cambiarlos de posición.
¿Cómo se puede curar la onicofagia?
Para tratar la onicofagia, expertos de la UNAM recomiendan que acudas con el dermatólogo para que te ayude a curar cualquier lesión que tengas en las manos por comerte las uñas; por otro lado, sugiere que busques ayuda piscológica para gestionar el estrés y atenderlo con terapia o técnicas de respiración.
djm