Martes 12 de Marzo 2024
USA

Día del hermano: Las gemelas Pollock, el caso de reencarnación que no se ha podido explicar

La vida después de la muerte es uno de los más grandes misterios

Gillian y Jennifer Pollock Créditos: Getty Images
Por
Escrito en TENDENCIAS el

La vida después de la muerte es uno de los más grandes misterios, hasta la fecha desconocemos qué pasa cuando dejamos de  respirar, nuestro corazón se detiene y la sangre deja de circular por nuestras venas. Muchos consideran que la muerte es el final, que no hay más allá; sin embargo hay otros que creen en la reencarnación. 

En religiones como el hinduismo y el budismo creen que el alma de una persona se separa del cuerpo y, después de algún tiempo, ingresa en otro individuo diferente para volver a nacer.

Ante esta incógnita, el psiquiatra Ian Stevenson investigó durante más de 40 años alrededor de tres mil casos de niños que presentaban recuerdos sobre vidas pasadas. En su libro Casos sobre reencarnación en Europa, Stevenson describió uno de los más intrigantes: la reencarnación de las gemelas Pollock.

La tragedia familiar

El domingo 5 de mayo de 1957, en la ciudad de Hexham, Inglaterra el matrimonio conformado por John y Florence Pollack salió de su casa para acudir a la misa del mediodía en la iglesia local.

La pareja iba acompañada por sus dos hijas, Joanna y Jacqueline, quienes se adelantaron para alcanzar un buen lugar en la ceremonia religiosa. 

Todo parecía marchar bien, hasta que un automóvil embistió a las niñas lo que provocó la su muerte de manera instantánea, tras este hecho el matrimonio se sumió en una profunda pena.

Sin embargo, un año después de la tragedia, Florence recibió una noticia esperanzadora: estaba embarazada. Gillian y Jennifer Pollock nacieron el 4 de octubre de 1958.

Según el testimonio de los padres, las niñas nacieron con marcas similares a las de sus "hermanas mayores" fallecidas: Jennifer tenía una mancha en la frente igual a la de su hermana mayor que jamás conoció, Jacqueline. En el caso de Gillian, tenía un lunar en el costado como Joanna.

Además del aspecto físico, las niñas también tenían comportamientos iguales a los de las difuntas lo que sorprendió a los padres. 

Después de dos años de residir en Whitley Bay, el matrimonio y sus hijas volvieron a Hexham. Lo sorprendente era que las niñas parecían reconocer el lugar e incluso eran capaces de nombrar a sus juguetes con los mismos nombres con que lo hacían sus hermanas fallecidas.

Una de las partes más macabras de la historia fue cuando la madre escuchó platicar a las menores acerca del accidente, además de que le tenían miedo a los vehículos.

"No quiero que me vuelva a pasar. Fue horrible, mis manos estaban llenas de sangre, igual que mi nariz y mi boca. No podía respirar", dijo Jennifer. "No me lo recuerdes, parecías un monstruo y algo rojo salió de tu cabeza", agregó Gillian.

Gillian y Jennifer Pollock (Getty Images)

Fue así que el matrimonio ya no tuvo duda alguna: las niñas eran la reencarnación de las fallecidas Jaqueline y Joanna. A los cinco años el vínculo que las gemelas tenían con sus hermanas desapareció y los Pollock pudieron rehacer sus vidas.