La Fiscalía de Corea del Sur imputó este martes a siete oficiales de la Fuerza Aérea acusados de intentar encubrir la agresión sexual a una joven militar que fue víctima de difamaciones, mismas que la llevaron al suicidio.
Tras más de cien días de investigaciones, la fiscal principal del caso, Ahn Mi Young, concluyó que los señalados incurrieron en un mal manejo de la denuncia por abuso sexual de la joven sargento de 23 años, Lee Ye Ram, lo que agravó su situación al grado de que la desesperación la condujo a quitarse la vida en mayo de 2021.
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Lee, que estaba asignada a una base militar en Seosan, sufrió abusos a manos de un sargento mayor después de una cena de trabajo en marzo de 2021, según señaló la agencia de noticias Yonhap. Lee lo acusó de tocarla indebidamente en un vehículo cuando la pareja se dirigía a casa después de comer.
Por estos hechos, el hombre fue sentenciado a nueve años de prisión, aunque posteriormente su sentencia fue reducida a siete años. No obstante, ahora enfrenta un cargo adicional por difamación, al afirmar que la joven mentía y que nunca abusó de ella.
La familia de Lee, quien exige justicia por la joven, argumentó que su muerte fue precipitada por un encubrimiento en su unidad y difamación por parte de oficiales superiores.
Las personas acusadas incluyen al agresor de Lee, que solo ha sido identificado por el apellido Jang, un comandante de batallón, un comandante de escuadrón, un fiscal militar, un ex oficial de asuntos públicos de la Fuerza Aérea, un funcionario de la corte militar y el jefe de asuntos legales de la Fuerza Aérea, el oficial brigadier, Jeon Ik-soo.
Por un lado, el comandante del batallón fue acusado de presentar un informe falso que decía que se había impedido que Lee y Jang tuvieran contacto en la unidad, mientras que otro comandante del escuadrón es señalado de difamar a Lee al cuestionar su salud mental.
La investigación de la fiscal hizo especial énfasis en la desesperación y el aislamiento que padeció la sargento cuando notó que los oficiales de su unidad cerraron filas para evitar que su queja fuera investigada adecuadamente, lo que finalmente habría propiciado su suicidio.
“Espero que la cultura militar y la costumbre retrógrada de ignorar el miedo y el dolor de las víctimas de abuso sexual puedan cambiar”, dijo la abogada este martes ante una corte.
bnaj