Pedro Rodríguez Filho, también conocido como Pedrinho Matador, nació en Brasil en el año de 1954; algunas de las acciones que ha realizado a lo largo de su vida pueden parecer justas para algunos, para otros son totalmente arbitrarias y no se pueden justificar.
El caso del brasileño es digno de una película, pues presuntamente entre 1968 y 2003 mató a 71 personas, todas con antecedentes criminales, pues eran asesinos, violadores, pedófilos y narcotraficantes.
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Más de la mitad de las víctimas eran presos que estaban encerrados con él. Aunque la policía cree que los asesinatos cometidos por este hombre pueden ser más de 100 en todo el territorio brasileño.
"Mato por placer" es la frase tatuada en el antebrazo con la que el asesino serial brasileño justifica las motivaciones que lo llevaron a cometer sus numerosos crímenes.
Así comenzó todo
Pobreza, violencia y una familia disfuncional fueron solo algunos de los factores que contribuyeron para que Pedrinho Matador se convirtiera en lo que ahora es: un criminal.
El hombre, quien actualmente tiene 68 años, aun desde antes de nacer ya tenía una vida difícil. La madre de Pedro estaba embarazada de él cuando fue brutalmente golpeada por parte de su propio progenitor, uno de los puntapiés hizo que el nonato sufriera una lesión en el cráneo.
Debido a la pobreza extrema de su familia, el hombre no pudo asistir a la escuela ni recibir educación, incluso fue hasta que estuvo en prisión que aprendió a leer.
Los primeros delitos
Pedrinho empezó su vida criminal muy joven, con tan sólo 14 años, cuando su padre fue acusado injustamente por robo de desayunos escolares. Mató a quien según él fue el verdadero ladrón y a quien lo denunció injustamente, por lo que tuvo que escapar y cambiar su residencia.
Huyó a Mogi das Cruzes, en el Gran Sao Paulo, y comenzó a sobrevivir robándole a los narcos locales y matando a traficantes, pero también conoció el amor.
Entre los 14 y 19 años se convirtió en un importante capo de las drogas cuando se hizo pareja de Botinha, la viuda de un narcotraficante y se encargó del negocio del difunto. El asesinato de esta mujer desató la ira de Pedrinho, por lo que se dedicó obsesivamente a perseguir al responsable y como era de esperarse, la verdad no tardó en llegar.
Matador irrumpió en una boda en la cual se encontraba un narcotraficante rival apodado como 'El Director'. A balazos asesinó a siete personas e hirió a 16 más como parte de sus represalias por haber matado a Botinha.
Fue así que poco a poco se fue ganando la reputación como uno de los homicidas más temidos.
Mató a su propio padre
El asesinato más atroz fue cuando mató a su propio padre pues se enteró que había matado brutalmente a su madre de 21 puñaladas con un machete. Fue entonces que acudió a visitar a la cárcel a su progenitor, ahí lo desfiguró a machetazos y le sacó el corazón con sus propias manos, arrancándole pedazos a mordidas.
No fue capturado en el acto, pero la noticia impactó al país y fue perseguido hasta ser detenido a sus 19 años. Fue acusado por los delitos de robo, tráfico de drogas y múltiples homicidios. Dentro de la prisión asesinó a otras 47 personas entre reclusos y guardias.
En la cárcel fue puesto al lado de un violador, posteriormente lo mataría dentro del recinto carcelario. Asimismo, según confesiones realizadas por Pedro a medios brasileños, entre los asesinatos estuvo el de un amigo suyo, al que mató porque tiempo atrás había acabado con la vida de su hermana.
Por sus primeros asesinatos le dieron una condena de 127 años, pero por sus crímenes dentro de la cárcel sumó un total de 400 años. Fue liberado en 2007, pero detenido nuevamente en 2011. Tras pagar su condena, fue puesto en libertad en el año 2018, abrió un canal en YouTube, se convirtió al cristianismo y ahora se dedica a dar buenos consejos a los jóvenes.
En YouTube es todo un fenómeno gracias a que comenta y analiza crímenes cometidos por otros. Es orador, escritor y documentalista. Cuenta con más de 180 mil suscriptores.