La princesa Charlene de Mónaco hizo su segunda aparición pública junto a su esposo, el príncipe Alberto, y sus dos hijos de siete años, la princesa Gabriella y el príncipe Jacques, durante el Torneo de Rugby Sainte Dévote.
Charlene estuvo fuera del ojo público durante 15 meses, primero por una grave sinusitis que contrajo durante un viaje benéfico a Sudáfrica y después para recibir tratamiento debido a un “estado de profunda fatiga”.
Te podría interesar
Las fotos de hoy marcan la segunda vez que se ve a la realeza de Mónaco en público juntos como familia desde que Charlene regresó al principado después de su tratamiento.
La semana pasada, la familia asistió al E-Prix de Mónaco y el regreso de Charlene a la vida pública se describió como "un evento esperado en el principado durante muchos, muchos meses". Aunque una experta británica en lenguaje corporal aseguró que la princesa se notaba “pensativa”, “aislada” y “triste” durante el evento, aunque trató de mostrarse “valiente”.
Sin embargo, en esta ocasión se le vio sonriente, disfrutando de la compañía de sus hijos y compartiendo algunas palabras con su esposo, el príncipe Alberto. Para este evento, la princesa utilizó un vestido midi color azul marino, con un cuello de botones abierto y un detalle de cintura anudada, el cual combinó con unos sencillos tacones negros.
El palacio de Mónaco siempre ha negado los informes de los medios sobre una ruptura entre Charlene y el gobernante del principado, el príncipe Alberto, quienes se casaron en 2011.
Los rumores de que la pareja era incompatible surgieron desde el inicio de su relación. Justo el día de su boda, Charlene tuvo una crisis de nerviosismo que, según los informes, la llevaron a buscar refugio en la embajada de su país y ganar el apodo de “la novia fugitiva”.
El distinguido periodista real Stéphane Bern ha especulado durante mucho tiempo que los supuestos problemas de salud de Charlene podrían ser simplemente un encubrimiento para excusarla de participar en actividades reales junto a su esposo.
abc