Casi al mismo tiempo que el expresidente Donald Trump defendía el uso de armas en Estados Unidos, dos nuevos tiroteos se registraron este fin de semana en un festival de Oklahoma, así como en la zona centro de Tennessee, los cuales dejaron un saldo fatal de una persona sin vida y alrededor de trece heridos, varios de ellos reportados como graves o delicados.
Ambos ataques fueron perpetrados tan solo una semana después de la tragedia ocurrida en la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, cuando el adolescente Salvador Ramos disparó contra un salón de clases matando a 19 niños y a dos profesoras del colegio, marcando este suceso como el segundo tiroteo más mórtifero en la historia de este país.
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Fin de semana violento
Este domingo, durante un festival del Día de los Caídos en Guerras, en Taft, Oklahoma, se desató el pánico cuando comenzó un tiroteo en pleno festejo. El saldo fue de una mujer fallecida y cerca de siete personas heridas con edades comprendidas entre los nueve y los 56 años, quienes permanecen con pronóstico reservado.
De acuerdo con los testigos, los disparos se produjeron después de una discusión. El principal sospechoso, Skyler Buckner, de 26 años, se entregó en la oficina de Policía del condado de Muskogee a las 16:05 horas (hora local) de este domingo.
Por otra parte, la noche del sábado, un tiroteo en la zona centro de Chattanooga, Tennessee, dejó un saldo de al menos seis jóvenes heridos, según reportó la policía.
Fue en un patrullaje de rutina que los oficiales encontraron a varias personas intercambiando disparos y a otros que huían del lugar. Varias de las víctimas fueron trasladadas a hospitales locales, dos de ellas se reportan con heridas graves. Según los informes, todos los lesionados son jóvenes que no rebasan los 20 años.
Trump se lanza contra el control de armas en EU
Durante la convención anual de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, en inglés), que se celebra en Houston, Texas, el expresidente Donald Trump acusó a los demócratas de "politizar" el tiroteo en el colegio de Uvalde, luego de que defendiera el uso de armas por parte de civiles y se pronunciara en contra de los esfuerzos por controlar su venta.
"Las políticas de control de armas impulsadas por la izquierda no habrían hecho nada para evitar el horror que tuvo lugar. Absolutamente nada", dijo el exmandatario, quien fue ovacionado durante el evento.
Trump lamentó la masacre y leyó el nombre de las 21 víctimas con el sonido de campanas de fondo, sin embargo, atribuyó toda la culpa a la salud mental del atacante, dejando en un segundo plano el evidente papel que tiene la falta de regulación de la industria armamentista en el país.
El republicano también salió en defensa de la Segunda Enmienda de la Constitución, que consagra el derecho de los estadounidenses a poseer armas, y arremetió contra los demócratas por "utilizar las lágrimas de las familias" para pedir un mayor control de armas.
Con información de AP
bnaj