Este lunes más de 40 personas murieron durante un motín entre presos de máxima seguridad en una cárcel de Ecuador. La Fiscalía General del Estado confirmó en su cuenta de Twitter que las muertes ocurrieron en el Centro de Rehabilitación Social de Santo Domingo de los Tsáchilas, que se encuentra a unos 70 kilómetros de la capital, Quito.
Los heridos fueron trasladados en camionetas y ambulancias a diferentes hospitales para recibir atención médica mientras los familiares de los presos se aglomeraban en las inmediaciones del centro penitenciario, según lo constataron medios locales.
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Por su parte, el Ministerio del Interior dijo que el motín comenzó durante la madrugada, pero la policía no logró recuperar el control del pabellón de máxima seguridad hasta casi el mediodía.
También confirmó que lograron evitar la fuga de al menos 112 reos, quienes fueron “recapturados inmediatamente” en los cercos externos de la prisión; además, confirmó que se busca a otros 108 que lograron evadir a las autoridades.
El general Fausto Salinas, comandante general de la policía, dijo a la cadena Teleamazonas que el causante de la revuelta fue un preso, líder de una banda mafiosa, que fue trasladado desde otra prisión.
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, expresó en su cuenta de Twitter su consternación por el hecho.
"Mi más sentido pésame a los familiares y seres queridos de los fallecidos en el amotinamiento en la cárcel de Sto. Domingo. Este es un lamentable resultado de la violencia entre bandas", escribió.
Tras el motín, la policía ecuatoriana anunció que se había movilizado junto a las fuerzas armadas para reforzar la seguridad en otros penales del país.
¿Qué pasa en las cárceles de Ecuador?
En los últimos años las cárceles de Ecuador se han convertido en escenario de violentos ataques entre reclusos, principalmente por disputas entre bandas relacionadas con el narcotráfico y rutas de exportación de droga.
En abril pasado una disputa entre bandas por el control interno de la prisión de El Turi, ubicada en la sureña ciudad de Cuenca, causó la muerte de al menos 20 reclusos.
En un informe publicado en marzo pasado, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos aseguró que el sistema carcelario ecuatoriano está debilitado por el abandono del Estado y la ausencia de una política integral, así como las malas condiciones de reclusión.
Amnistía Internacional indicó en su informe anual de 2021 que al menos 316 presos murieron como producto de enfrentamientos en las cárceles ecuatorianas durante 2020. El más grave de ellos tuvo lugar en septiembre de ese año, con un saldo de 119 fallecidos.
Las cárceles ecuatorianas, como muchas en América Latina, sufren de graves problemas de hacinamiento: en las 65 prisiones del país, con capacidad para unas 30 mil personas, hay unos 35 mil presos, según datos oficiales.
Postura de la ONU
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, reiteró su "alarma" por la situación penitenciaria de Ecuador luego de que se registraran 44 muertos en un motín que tuvo lugar el lunes, y reclamó una reforma "urgente" que involucre también al sistema judicial.
"Debo enfatizar que la responsabilidad del Estado en la seguridad de todas las personas que están bajo su custodia, crea una presunción de responsabilidad estatal por estas muertes", sostuvo Bachelet en un comunicado leído por su vocera en una rueda de prensa en Ginebra. "Estos preocupantes incidentes subrayan una vez más la urgente necesidad de una completa reforma del sistema de justicia penal, también del sistema penitenciario", agregó.
Con información de BBC News
abc