La costa este de Estados Unidos está en alerta, tras la invasión de enormes arañas venenosas que lograron infiltrase en la zona y, según los expertos, podrían propagarse rápidamente por el noreste del país.
Se trata de la araña Joro, que puede crecer hasta 10 centímetros de largo, es decir, del tamaño de la palma de la mano o más; posee patas enjutas y un llamativo abdomen con rayas negras, amarillas y grises. Son originarias del sureste de Asia, pero se extendieron hace una década en el sureste de Estados Unidos.
Frick, un joven estudiante de ecología de la Universidad de Georgia en Atenas, realizó una investigación sobre estos arácnidos. En ella determinó que la araña Joro también puede existir en climas más fríos, por lo que es posible que se extienda hacia el noroeste del país.
Es importante señalar que estas arañas no representan una amenaza para los humanos ni son perjudiciales para los entornos a los que se trasladan. Nadie sabe exactamente cómo es que viajaron para llegar hasta aquí pero Frick sugiere que pudieron llegar en un contenedor de transporte, porque solo tienen dos formas de moverse, por el vuelo arácnido (con el que pueden desplazarse un par de kilómetros) o a través de las personas (adhiriéndose a un coche o a un contenedor de transporte).
"La realidad de la situación, sin embargo, es que por cada araña que podamos ver siendo transportada, es probable que haya 10 más que evadan la detección", dijo.
Al afirmar que las arañas Joro son venenosas, los investigadores se refieren a que pueden envenenar a ciertas criaturas, como los insectos, para alimentarse. En lo que respecta a los seres humanos, sus colmillos son prácticamente incapaces de romper la piel humana.
Otra de sus características es que construyen telas tridimensionales en espacios abiertos como rutas de senderismo o ciclismo.
“Las arañas son buenas para reproducirse, por lo que los habitantes del sureste de Estados Unidos entrarán en contacto con ellas, quieran o no”, dijo Frick.
Con información de CNN