Llegó el mes de diciembre y con él las festividades de Navidad y Año Nuevo, una época que incluso con el estrés de la planificación de las comidas, los viajes y la entrega de regalos, muchos de nosotros aún consideramos como la temporada más feliz del año. Pero ese no es siempre el caso para todos. Para algunas personas, estas fechas pueden ser un momento difícil y emocionalmente agotador.
Durante estos días, es normal que ciertas personas experimenten una tristeza inexplicable o una sensación de vacío y desesperanza. De ser este es el caso, es muy probable que padezcan del Trastorno Afectivo Estacional (TAE) o como se le conoce popularmente, depresión decembrina.
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¿Qué es la depresión decembrina?
"La depresión decembrina es un trastorno del estado de ánimo que tiene varios síntomas", explicó a Heraldo USA, Patricia Gabriela Nolasco Suárez, psicóloga clínica y coordinadora del Centro Psicológico Narvarte en la Ciudad de México.
Según la experta, este trastorno aparece específicamente en estos meses debido tanto a factores climáticos, así como aquellos psicosociales que afectan el funcionamiento de nuestro cerebro, en específico, los neurotransmisores mediante los cuales se regulan las emociones y el estado de ánimo.
"A este tipo de sentimientos que acompañan estas fechas navideñas se le conoce como depresión invernal o decembrina, la cual se caracteriza por experimentar de manera transitoria una baja en la actitud y desánimo", señala por su parte Juan Leonardo Valenzuela Núñez, de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) en un árticulo académico.
¿Qué es lo que la provoca?
La especialista Nolasco Suárez explica que existen diversas causas que desencadenan este tipo de depresión, como lo es el cierre del año y el no haber logrado las metas propuestas, el estar lejos o enemistado con la familia, la pérdida de un ser querido en estas fechas, así como también los factores ambientales, principalmente porque en estos últimos meses del año disminuye la luz solar y el clima es más frío.
“No estamos pendientes de los que cambios que hay en la luz natural, que el día dura menos, que las noches se nos hacen más largas, hace frío; que buscamos de manera recurrente el apapacho, el abrigo... (por otro lado) los factores psicosociales nos abruman con los mensajes de que es el fin de un ciclo. Entonces nuestro proceso cognitivo empieza a hacer como esa síntesis de qué pasó conmigo en lo particular en este cierre de año", destacó la psicóloga.
Según explica el especialista de la Facultad de Psicología de la UNAM, José Luis Díaz Meza, al haber menos luminosidad disminuyen los niveles de serotonina, sustancia química responsable de mantener en equilibrio nuestro estado de ánimo. De esta forma, el déficit de serotonina conduce a la depresión.
Otras situaciones detonadoras son las rupturas amorosas, así como que el mayor número de decesos sea en esta época del año, según se ha comprobado en diversas estadísticas a nivel mundial. De igual forma, la situación socioeconómica se agudiza en esta temporada con las compras navideñas y el alza en los precios, lo cual puede repercutir negativamente en las personas que no tienen suficientes recursos.
Aspectos como la dieta también incrementan el riesgo de padecer este trastorno. El hecho de que en estas épocas las personas pueden subir de peso y cambiar sus hábitos de alimentación también desencadena cuadros de ansiedad y angustia.
“Hay quienes no solo son sensibles, sino que están, por situaciones personales, en un momento de vulnerabilidad. Es ahí donde todo lo que sucede a nivel de medio ambiente, a nivel social y a nivel personal incide para crear un Trastorno Afectivo Estacional", resaltó la experta.
¿Cómo saber si sufres de depresión decembrina? (Síntomas)
La psicóloga Nolasco Suárez aclara que el término 'depresión' actualmente se utiliza de manera errónea para describir o hacer referencia de alguien que está triste, desanimado o melancólico, pero que no necesariamente sufre de un trastorno depresivo. Una de las señales de alarma más evidentes es cuando este tipo de emociones y actitudes se vuelven crónicos y dejan de ser algo transitorio y variable.
“Cuando esto es un estado transitorio, digamos que de dentro de este estado de ánimo bajito vas a encontrar variaciones. Hoy no tienes hambre, pero mañana ya comes normal…vas variando. En cambio, cuando algo permanece muy estable por días, digamos hasta un periodo de 15 o 20 días, ahí es cuando ya estamos pensando que hay una alerta y que debemos buscar orientación con un especialista”, detalla.
Entre los principales focos de atención para detectar si sufres de depresión decembrina se encuentran:
- La anhedonia o la pérdida de placer al realizar una actividad que antes te generaba gusto y alegría.
- El pensamiento recurrente de la muerte, que no necesariamente llevan al suicidio; sin embargo, si es una de las más graves al experimentar situaciones de vacío y desesperanza.
- Falta de energía y sueño en exceso (hipersomnia).
- Hiperfagia (mucho deseo de comer) y el aumento de peso.
- Sensación de culpa.
- Aislamiento (dejas de asistir a eventos y de socializar con amigos).
- Excesos y euforia para "disfrazar" el estado depresivo.
“Una vez que identificas los síntomas tienes que hacer conciencia de que tienes que comunicarlo. Es momento de buscar orientación especializada”, indicó Nolasco Suárez.
¿Quiénes son más propensos a padecer la depresión decembrina?
Desde la práctica clínica, la especialista reveló que los más vulnerables a este trastorno “es la población adulta-joven". Es decir, de un rango que va desde la entrada a la adultez, entre los 18 y 19 años, hasta la edad mediana, de los 50-55 años.
“La población infantil no tiende a tener un pico en esta temporada de sus trastornos del estado de ánimo, la población adulta mayor tampoco. Tienen otro proceso interno", explicó.
Consejos para evitar y superar este trastorno
- Tener espacios con luz y salir a tomar el sol al menos una vez al día.
- No aislarse y realizar actividades con la familia y los amigos.
- Trata de mantener tu rutina y horario de sueño.
- Intenta tener más control sobre tu alimentación.
- Fomenta la comunicación a nivel afectivo con las personas que quieres.
- Recurso espiritual: cierra ciclos desde tu creencia o religión.
- Enfócate en la decoración navideña y en pasatiempos que te apasionen.
Toma en cuenta que si pasando el invierno continúa la depresión, entonces ya no es un Trastorno Afectivo Estacional, sino una depresión más prolongada que merece atención de un experto en el tema.
bnaj