Luego de tres años consecutivos a la baja, el número de ataques de tiburón a personas incrementó en todo el mundo durante el año 2021, incluso a pesar del cierre de playas ocasionado por la pandemia de Covid-19.
Así lo aseguraron investigadores del Archivo Internacional de Ataques de Tiburón (ISAF en inglés), quienes en su informe anual registraron 73 incidentes no provocados el año pasado, en comparación con 52 que tuvieron lugar en 2020.
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Dicho estudio fue gestionado por el Museo de Historia Natural de Florida y la Sociedad Americana de Elasmobranquios, quienes detallaron que 2020 fue precisamente el año con la cifra más baja de mordeduras de tiburón documentada en más de una década.
”El año pasado fue mucho más típico, con un número promedio de mordeduras y víctimas mortales de tiburones blancos, tiburones toro y tiburones tigre”, dijo Tyler Bowling, gerente del Archivo Internacional de Ataques de Tiburón, en un comunicado.
El país que registró más muertes no provocadas fue Australia, con tres, seguido de Nueva Caledonia, con dos. Estados Unidos, Brasil, Nueva Zelanda y Sudáfrica tuvieron cada uno un solo caso de mordedura letal de tiburón no provocada.
Se dice que es no provocada cuando la persona no ejerce ninguna acción sobre los tiburones. Por el contrario, los ataques provocados se definen como aquellos en los que los humanos inician el contacto, como es el caso de los buceadores que intentan tocar a un tiburón o los pescadores que sacan a uno de una red de pesca.
El estado de Florida sigue encabezando la lista de localidades de Estados Unidos con el mayor número de mordeduras de tiburón no provocadas. En 2021, esta entidad registró 28 ataques contra seres humanos. Solo uno de ellos resultó mortal.
¿Por qué los tiburones atacan a los humanos?
Estos animales suelen tener mala reputación y son tan temidos como admirados, pero, de hecho, los tiburones son con mayor frecuencia las víctimas.
De acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza, cada año millones de tiburones son asesinados para satisfacer la demanda de sus aletas, las cuales terminan en un plato de sopa y se comen como un símbolo de estatus.
Los humanos no son alimento para los tiburones. Aquellos que están implicados en sucesos con humanos a menudo están a la caza de presas de tamaño similar a la de las personas, como las focas o los delfines. La mayoría de las especies comen pescado o invertebrados, como calamares o almejas.
El ISAF, que se enfoca en el número de ataques no provocados, explicó que la razón principal es el turismo. La población humana está aumentando y hay cada vez más personas que visitan las playas y realizan actividades acuáticas.
"Es simple: si cada vez se meten más personas al agua, más ataques habrá", afirmó Gavin Naylor, director de ISAF.
Con información de National Geographic y el Fondo Mundial para la Naturaleza
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bnaj