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"Decían que debían asesinarme": la vida del joven ciego que superó barreras y creó una empresa millonaria

Cuando era adolescente, el empresario ciego Srikanth Bolla demandó a uno de los estados indios para que le dejaran estudiar ciencias y matemáticas

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La principal industria de cine de la India, Bollywood está por realizar una película sobre la vida de Srikanth Bolla, el joven fundador de una empresa valorada en 65 millones de dólares.

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El hombre de 31 años, fundador de Bollant Industries, es un joven invidente que se enfrentó a diversas dificultades a lo largo de su vida debido a su discapacidad. Cuando era adolescente, le dijeron que era ilegal que estudiara matemáticas y ciencias en la escuela secundaria porque era ciego.

No obstante, para realizar su sueño, el joven tuvo que demandar a uno de los estados que forman parte de India, según informó la periodista Arundhati Nath.

Rechazo

Todos los días, durante dos años, Srikanth Bolla, con 6 años, caminó varios kilómetros hasta la escuela en la India rural, guiado por su hermano y siguiendo a sus compañeros de clase.

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La ruta era difícil, pues estaba llena de arbustos y se inundaba durante los monzones; pese a esto el joven acudía sin pensarlo a la escuela donde era rechazado: "Nadie me hablaba porque yo era un niño ciego", dijo a la periodista.

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Arundhati Nath (BBC)

"A mis padres les dijeron que ni siquiera podía ser vigilante de mi propia casa porque no podía ver si entraba un perro callejero", relató. "Muchas personas acudían a mis padres y les decían que debían asesinarme con una almohada", agregó.

Ignorando todos los comentarios, los padres de Bolla lo apoyaron y cuando tenía 8 años, su papá le informó que había ganado una plaza en un internado para niños ciegos y se mudaría a la ciudad más cercana, Hyderabad, a 400 km de distancia.

La noticia emocionó a Bolla y una vez que llegó al internado que en ese entonces estaba en el estado de Andhra Pradesh, el joven aprendió a nadar, a jugar al ajedrez y al cricket con una pelota que emitía sonidos para que pudieran localizarla: "Solo necesitaba la mano y la oreja", cuenta.

Las habilidades adquiridas era buenas, sin embargo, Bolla comenzó a preguntarse sobre su futuro. Recordó que siempre había soñado con convertirse en ingeniero; sabía que necesitaba estudiar ciencias y matemáticas para eso.

Fue así que cuando llegó el momento, seleccionó esas materias, pero su escuela le negó la plaza argumentando que era ilegal.

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BBC

Las escuelas indias están a cargo de varios organismos y cada uno tiene sus propias reglas. Algunos dependen de los gobiernos estatales o de las juntas centrales, otros se administran de forma privada.

La escuela de Srikanth estaba a cargo de la Junta Estatal de Educación de Andhra Pradesh y, como tal, no se le permitía enseñar ciencias y matemáticas a estudiantes mayores ciegos.

Se consideraba un desafío demasiado grande dados los elementos visuales que implican su estudio como diagramas y gráficos.

En cambio, sí podían estudiar artes, idiomas, literatura y ciencias sociales.

Frustración

Era el año 2007 cuando Bolla se enteró que no podía estudiar lo que quería, por lo que se sintió frustrado. Srikanth repudiaba el hecho de que la ley no era igual para todas las escuelas.

Una de sus maestras compartía el sentimiento y alentó a su joven estudiante a emprender acciones legales.

El dúo fue a la Junta de Educación Secundaria en Andhra Pradesh para defender su caso, pero les dijeron que no se podía hacer nada. Sin embargo, no dejaron de insistir.

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BBC

Encontraron un abogado y, con el apoyo del equipo de dirección de la escuela, presentaron un caso ante el Tribunal Superior de Andhra Pradesh solicitando un cambio en la ley de educación para permitir que los estudiantes ciegos estudien matemáticas y ciencias.

"El abogado peleó en nuestro nombre", dijo Srikanth, por lo que yo no necesitaba comparecer ante el tribunal.

Esperanza

Mientras el caso avanzaba, Srikanth se enteró de una escuela convencional en Hyderabad, que operaba bajo un organismo educativo diferente, ofrecía ciencias y matemáticas a estudiantes ciegos y lo mejor es que tenían una plaza para él si estaba interesado.

Srikanth estaba feliz y se inscribió. Era el único estudiante ciego de su clase, pero contó que le recibieron "con los brazos abiertos".

"La maestra de mi clase fue muy amable. Hizo todo lo posible para ayudarme. Aprendió a dibujar diagramas táctiles", destacó.

Después de seis meses hubo noticias de los tribunales: Srikanth había ganado su caso.

El tribunal dictaminó que los estudiantes ciegos podían estudiar ciencias y matemáticas en su último año en todas las escuelas estatales de Andhra Pradesh: "Me sentí extremadamente feliz", dijo Srikanth.

"Tuve la primera oportunidad de demostrarle al mundo que podía hacerlo y que la generación más joven no necesita preocuparse por presentar casos y luchar en los tribunales", celebró.

Nuevos retos

Srikanth pronto regresó a una escuela pública estatal y estudió matemáticas y ciencias, con un puntaje promedio del 98% en sus exámenes. El joven de 31 años planeaba postularse a las prestigiosas facultades de ingeniería de India conocidas como IIT (Indian Institutes of Technology).

La competencia es feroz y los estudiantes a menudo asisten a un intenso entrenamiento antes de los exámenes de ingreso, pero ninguna de las escuelas de entrenamiento aceptaría a Srikanth.

"Los principales institutos de entrenamiento me dijeron que la carga del curso sería como una lluvia torrencial sobre un pequeño árbol joven", dice, y explicó que supusieron que no cumpliría con el estándar académico.

En su lugar, aplicó a universidades en Estados Unidos y recibió cinco ofertas. Eligió el del MIT en Massachusetts, donde se convirtió en el primer estudiante ciego internacional. Llegó en 2009 y describió sus primeros días allí como una "experiencia mixta".

"El frío extremo fue la primera sorpresa, ya que no estaba acostumbrado a un clima tan frío. La comida olía y sabía diferente. Todo lo que comí durante el primer mes fueron papas fritas y palitos de pollo frito".

No obstante Srikanth comenzó a adaptarse y aseguró que el tiempo en el MIT fue el "más hermoso" de su vida.

"En términos de rigor académico, fue duro y espantoso. Los servicios de discapacidad de la Universidad hicieron un gran trabajo apoyándome, acomodándome y poniéndome al día".

Llegó el éxito

Mientras estudiaba, Bolla fundó una organización sin fines de lucro, el Centro Samanvai para Niños con Discapacidades Múltiples, para educar a jóvenes discapacitados en Hyderabad. Con el dinero que recaudó también abrió allí una biblioteca braille.

Después de estudiar ciencias administrativas en el MIT, le ofrecieron varios trabajos, pero decidió no quedarse en Estados Unidos.

La experiencia escolar le había dejado una marca y sentía que tenía asuntos pendientes en su país natal.

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Una empleada de Bollant Industries (BBC)

"Tuve que luchar mucho por todo en la vida, mientras que no todos pueden luchar como yo o tener mentores como yo", dijo, y agregó que una vez que vio el panorama general, se dio cuenta de que no tenía sentido luchar por una educación justa si había oportunidades laborales para las personas discapacitadas después.

"¿Por qué no comienzo mi propia empresa y empleo a personas con discapacidades?", se preguntó.

Srikanth regresó a Hyderabad en 2012 y fundó Bollant Industries.

La empresa fabrica productos ecológicos, como envases de cartón corrugado, a partir de hojas de palma de areca caídas y está valorada en 65 millones de dólares. Ahora Bolla emplea a tantas personas discapacitadas y con problemas de salud mental como sea posible.

El año pasado, con 30 años, Srikanth ingresó a la lista de Jóvenes Líderes Globales 2021 del Foro Económico Mundial y espera que dentro de tres años las acciones de su empresa Bollant Industries coticen simultáneamente en múltiples bolsas de valores internacionales.

Con información de BBC.

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