Altos funcionarios de la administración de Joe Biden están analizando aplicar una dosis de refuerzo de la vacuna contra COVID-19 a las personas más vulnerables, mientras continúan las investigaciones sobre el tiempo de de eficacia.
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Según The New York Times, los funcionarios esperan que las personas mayores de 65 años o aquellos que tienen el sistema inmunológico comprometido necesiten una tercera dosis de Pfizer o Moderna, las cuales están basadas en la misma tecnología.
Recientemente las autoridades de Estados Unidos dijeron que aún no habían suficientes pruebas para respaldar la decisión la farmacéutica Pfizer-BioNTech sobre la aplicación de una tercera vacuna.
Un funcionario clave de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) aseguró que la agencia está explorando opciones para inocular con una tercera dosis a quienes tengan sistemas inmunes comprometidos, incluso antes de que los reguladores amplíen la autorización de uso de emergencia para las vacunas contra SARS-CoV-2.
Además, la doctora Amanda Cohn, jefa médica de la división de inmunizaciones de los CDC, dijo al comité asesor de la agencia que los funcionarios estaban “buscando activamente formas” para dar acceso las vacunas de refuerzo a ciertas personas “antes de cualquier cambio potencial en las decisiones regulatorias”. “Así que estén atentos”, agregó.
El creciente consenso dentro de la administración de que al menos algunos estadounidenses necesitarán un refuerzo está ligado a la investigación que sugiere que la vacuna Pfizer es menos eficaz contras el virus después de seis meses.
Más de la mitad de personas vacunadas en EEUU recibieron las dosis de Pfizer con tres semanas de diferencia.
Según el estudio global continuo de Pfizer sobre las personas que participaron en sus ensayos clínicos, muestra que entre cuatro y seis meses después de la aplicación de la segunda dosis, la eficacia de la vacuna desciende del 95% al 84%.
En Israel, la mitad de sus habitantes han sido inoculados con Pfizer y según sus datos también apuntan una tendencia baja en la eficacia a lo largo del tiempo, aunque estos datos se están tomando con cautela debido a los amplios márgenes de error.
El Ministerio de Salud israelí publicó cifras recientes el pasado fin de semana, donde sugieren que la vacuna Pfizer fue un 39% eficaz en dicho país entre junio y julio, a comparación del 95% de enero a abril.
A pesar de esto, la vacuna sigue siendo efectiva en más del 90% en enfermedades graves y casi igual de efectiva en la prevención de hospitalización.
De hecho, Israel comenzó a ofrecer una tercera dosis de Pfizer a quienes tienen sistemas inmunitarios gravemente debilitados.
Con información de The New York Times.
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amv