Los nuevos casos de coronavirus entre niños aumentaron después de meses de descensos, justo cuando las escuelas de Estados Unidos se están preparando para reabrir en unas pocas semanas, afirma un estudio de la Academia Estadounidense de Pediatría (APP).
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Hasta el 15 de julio, casi 4.09 millones de niños dieron positivo por COVID-19 desde el inicio de la pandemia. Después de las disminuciones en los casos reportados semanalmente durante los últimos meses, en julio hubo aumentos en los casos agregados al total acumulativo: se agregaron más de 23 mil 500 casos infantiles esta semana.
Según el informe, el grupo con mayor número de contagios se ubica de 19 años o menos, mientras que en Utah y Florida limitan el rango a cualquier persona de 14 años o menos.
Desde que comenzó la pandemia, los niños representaron el 14,2% del total de casos acumulados. Para la semana que terminó el 15 de julio, los niños representaron el 15,9% de los casos de COVID-19 reportados semanalmente.
En este momento, todavía parece que la enfermedad grave debida a COVID-19 es poco común entre los niños.
Sin embargo, existe una necesidad urgente de recopilar más datos sobre los impactos a largo plazo de la pandemia en los niños, incluidas las formas en que el virus puede dañar la salud física a largo plazo de los niños infectados, así como sus efectos emocionales y de salud mental.
La evidencia de que los niños y adolescentes pueden infectarse, enfermarse y transmitir el SARS-CoV-2 continúa evolucionando.
Al igual que con los estudios de principios de la pandemia COVID-19, la calidad y la comparabilidad de los estudios informados se ven afectadas por el diseño del estudio.
La vacunación contra coronavirus de adultos y adolescentes también podría afectar la incidencia de COVID-19 en los Estados Unidos, ya que los niños pequeños constituirán una mayor proporción de la población no vacunada y, por lo tanto, en riesgo.
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