El pasado viernes 21 de mayo, un niño de tan solo seis años de edad llamado Aiden Anthony Leos murió cuando iba en el auto en camino a su escuela en California y otro vehículo se atravesó en su camino. Después de hacerse de palabras, una de las personas del segundo coche sacó un arma y disparó, hiriendo al menor en el abdomen, lo que provocó su deceso.
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Sin embargo, dos semanas después de la trágica muerte, un hombre y una mujer han sido arrestados en su casa. Los sospechosos fueron fueron identificados como Eriz Marcus Anthony, de 24 años, y Lee Wynne, de 23 años, de acuerdo con el medio Univision.
En días anteriores, la Patrulla de Caminos de California informó sobre la identificación de un vehículo blanco Volkswagen Golf SportWagen como el automóvil en donde viajaban los sospechosos. Las autoridades detallaron que una mujer conducía y el hombre era pasajero.
Tras el fatal incidente, las autoridades y donantes de la comunidad habían acumulado hasta 500 mil dólares que darían a cambio de información para encontrar a los sospechosos, mientras que una cuenta de GoFundMe en apoyo de la familia de Aiden ha reunido más de 300 mil dólares.
Fatal riña entre automovilistas
La madre de Aiden Leos llevaba al pequeño a la escuela cuando aparentemente uno de los vehículos involucrados en el incidente se le atravesó al otro. Los conductores intercambiaron gestos y una de las dos personas que viajaban en el otro auto disparó en dirección al vehículo de la madre, hiriendo al niño que se encontraba en su asiento elevador.
"Mamá, me duele la barriga", dijo el niño según informes de prensa, mientras su madre detuvo el auto, tomó al pequeño en sus brazos y constató que estaba sangrando. El menor fue llevado a un hospital, donde lamentablemente se declaró su muerte.
Se trata de un "caso aislado de violencia carretera", dijo Florentino Olivera, agente de la policía vial californiana a Los Angeles Times.
"No quiero nada más que encontrar justicia, aunque no te traerá de vuelta a mis brazos. A mi precioso hijo le arrancaron la vida sin ningún motivo", lamentó su madre.
Desde comienzos de año, 119 niños de menos de 11 años han muerto por disparos en Estados Unidos, y 274 han resultado heridos, según el sitio Gun Violence Archive.
CRS