Las galaxias espirales NGC 5953 y NGC 5954, ubicadas a unos 100 millones de años luz de distancia, se están fusionando. Están tan cerca que ahora forman una entidad llamada Arp 91.
Esta fascinante interacción galáctica ha sido capturada por Hubble: en las imágenes del telescopio, podemos ver claramente que una de las galaxias está atrayendo a la otra. Sin embargo, la fusión no se completará hasta dentro de varios cientos de millones de años.
- Además, el mismo destino le espera a la Vía Láctea. Según los expertos, nuestra galaxia también se fusionará eventualmente con la galaxia más cercana, la galaxia de Andrómeda.
Estas interacciones gravitacionales son comunes y forman una parte importante de la evolución galáctica. De hecho, aunque el Universo es inmenso, las galaxias a menudo están conectadas entre sí por filamentos de gas intergaláctico, verdaderas "carreteras" por las que circula la materia cósmica, lo que lleva irreparablemente al acercamiento de estos monstruos espaciales.
La mayoría de los astrónomos creen que las fusiones entre galaxias espirales conducen a la formación de otro tipo de galaxias, llamadas galaxias elípticas. Pero, lamentablemente, no veremos el resultado de esta reunión: estas interacciones extremadamente enérgicas y masivas tienen lugar durante cientos de millones de años. Por lo tanto, Arp 91 no cambiará realmente de apariencia durante nuestras cortas vidas.
Una interacción que promueve la formación de estrellas
Arp 91 está solo al comienzo de la fusión: la estructura en espiral de cada una de las dos galaxias, NGC 5953 ubicada en la parte inferior de la imagen, luego NGC 5954 ubicada en la parte superior derecha, parece de hecho todavía relativamente intacta.
Los expertos señalan que su unión ya ha resultado en una explosión de formación estelar en todos ellos; el nuevo gas que ingresa a las nubes galácticas causa interacciones y choques dentro del gas interestelar, lo que resulta en la formación de nuevas estrellas.
El fenómeno también se ve favorecido por el hecho de que cada una de las galaxias tiene un agujero negro supermasivo en su centro, que absorbe activamente materia, generando en el proceso poderosos vientos de agujero negro que perturban aún más el gas circundante.
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