“Les enseñaremos a huir de un caimán”: Trump visita Alligator Alcatraz y se burla de migrantes
Trump convirtió su visita al polémico centro de detención en un acto de campaña lleno de burlas y promesas de mano dura contra migrantes

Donald Trump generó polémica este martes al visitar el nuevo centro de detención para migrantes en Florida conocido como “Alligator Alcatraz”, donde bromeó sobre entrenar a los reclusos para huir de caimanes, en medio de duras críticas por las condiciones del lugar y el impacto ambiental.
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En su partida desde la Casa Blanca hacia Florida, Trump declaró a los medios con gesto burlón: “Les vamos a enseñar a huir de un caimán. No corran en línea recta, corran así”, mientras imitaba un zigzag con la mano.
“Tus posibilidades suben alrededor de un 1%”, añadió con una sonrisa.
El mandatario estadounidense viajó acompañado por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, para inaugurar oficialmente el centro de detención, situado en los Everglades, una de las regiones más emblemáticas y ambientalmente sensibles del estado.
Un centro de detención rodeado de caimanes
El nuevo complejo, apodado “Alligator Alcatraz” por aliados republicanos y por la propia Casa Blanca, se promociona como un lugar prácticamente inexpugnable debido a la fauna local. Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, presentó las instalaciones a periodistas describiéndolas con ironía como una prisión con “solo un camino de entrada” y una única salida: un vuelo de deportación.
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Consultado sobre si el objetivo era que los caimanes comieran a migrantes que escaparan, Trump contestó con frialdad: “Ese es el concepto”.
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La Casa Blanca ha usado el tema para generar contenido provocador en redes sociales, incluyendo videos con música de “Ice Ice Baby” y memes de caimanes con gorras de ICE (la agencia de control migratorio).
Una estrategia política de línea dura
El evento y la retórica forman parte del endurecimiento del discurso antiinmigrante de Trump, en el marco de su campaña para las elecciones de 2024. El presidente ha prometido deportaciones masivas y ha recuperado propuestas polémicas, como la idea —en su momento supuestamente humorística— de colocar cocodrilos africanos en el Río Grande para disuadir cruces ilegales.
A pesar de la desaprobación general, estas posturas refuerzan a su base electoral. Según una encuesta de YouGov-Economist de junio, el 86% de sus votantes en 2024 apoyan sus políticas migratorias, con un 71% que dice aprobarlas “firmemente”.
No obstante, la opinión pública general muestra rechazo: una encuesta de Quinnipiac del 26 de junio reveló que el 57% de los votantes registrados desaprueba las políticas migratorias de Trump, frente al 46% en enero.
Protestas y preocupaciones ambientales
El nuevo centro de detención ha sido duramente criticado por defensores de los derechos de los migrantes, ambientalistas y comunidades indígenas locales. Varias docenas de manifestantes se reunieron cerca del sitio durante la visita presidencial con pancartas como “No a ICE en los Everglades” y “Manos fuera”, ilustradas con pinturas de caimanes.
Rachel Bass, artista de Cape Coral, justificó su presencia en la protesta pese al calor sofocante:
“La vida silvestre está de nuestro lado, del lado de las personas que protegen su hábitat. Los caimanes no quieren ser guardias de seguridad del fascismo”.
Ambientalistas advierten que la construcción y operación del centro amenaza la fauna del Big Cypress National Preserve, hogar de especies vulnerables como la pantera de Florida. Los camiones que abastecen el lugar han incrementado el tráfico en la Ruta 41, con accidentes fatales para la fauna, como evidenció el cadáver de un caimán atropellado cerca del acceso.
La oposición también viene de comunidades nativas. Betty Osceola, miembro de la tribu Miccosukee, criticó el proyecto y describió el paisaje como un ecosistema lleno de vida y belleza, muy lejos de la imagen de páramo peligroso que difunden los promotores del centro.
“Vemos aves zancudas, ciervos, linces. Es un lugar muy tranquilo”, aseguró.
Talbert Cypress, presidente de los Miccosukee, recalcó que el Big Cypress es tierra ancestral de su pueblo: “El paisaje ha protegido a los Miccosukee y Seminole durante generaciones”, recordando que hay 19 aldeas tradicionales cerca del nuevo centro.
Mientras arrecian las críticas, políticos republicanos de Florida han convertido el tema en herramienta de recaudación: venden camisetas y fundas para vasos con el logo “Alligator Alcatraz”, promocionando la cárcel como custodiada por caimanes y patrullada por pitones para inmigrantes “ilegales que creían poder manipular el sistema”.
El fiscal general de Florida, James Uthmeier, y DeSantis han subrayado la “peligrosidad” de la zona, asegurando que la fauna local servirá como disuasivo. Sin embargo, datos de la Comisión de Pesca y Vida Silvestre de Florida muestran que los ataques no provocados de caimanes son raros: entre 1948 y 2022 solo hubo 453 incidentes, con 26 muertes.
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