La aprobación de las reformas a la Ley de Migración en el Congreso de la República de Guatemala y el aumento en las penas de cárcel, el 1 de febrero pasado, derivó en la subida de precios de los traficantes de personas; también conocidos como 'coyotes' o 'polleros'.
La ley incrementó de ocho a 30, los años máximos de cárcel para aquellas personas que trafiquen migrantes, e incluye un aumento de dos terceras partes de la pena si en el tráfico están involucrados menores de edad, mujeres embarazadas o si el migrante muere en el trayecto, entre otros agravantes.
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Debido a esta nueva legislación quienes viven de este tráfico ahora lo consideran más riesgoso y por tanto más caro, por lo que han incrementado sus tarifas hasta en 2 mil dólares más.
"Habíamos hecho un presupuesto de 10 mil dólares y ahora ya nos piden de 2 mil a 3 mil dólares más", comentó en entrevista con Telemundo el guatemalteco Elvis, quien busca llegar a Estados Unidos a través de un 'coyote'.
No obstante, analistas advierten que con la nueva legislación guatemalteca - que buscaba atenuar este fenómeno - los flujos de migrantes no se han reducido y lo único que ha provocado es el alto precio que las personas están pagando para cruzar la frontera y llegar a EU.
"Las leyes represivas hacía los coyotes o traficantes de personas lo que hacen, más que detener este delito, es agravar la situación para los migrantes en el sentido de los costos para ellos", dijo Francisco Pelizari, director de la casa del migrante a Telemundo.
Según reportó el diario Prensa Libre, en 2015, cuando se legisló el delito de tráfico ilícito de migrantes y se establecieron penas de seis a 10 años de prisión, el valor de los viajes aumentó considerablemente.
El incremento de los precios ha sido paulatino desde inicios de siglo cuando los viajes se cotizaban desde 2 mil dólares —unos 15 mil 500 quetzales.
Ya en el 2005, según reportes de prensa y de organizaciones pro migrantes, el costo de cada viaje había aumentado de 4 mil a 5 mil dólares — esto es de 31 mil a 39 mil quetzales—. Entre 2014 y 2015, ya se cotizaban hasta en 10 mil dólares, unos 75 mil quetzales.
Cifras de Global Financial Integry refieren que en 2021, los coyotes obtuvieron ganancias superiores a los mil 200 millones de dólares; cobrando entre 7mil y 10 mil dólares por migrante.
Con la nueva ley, los traficantes ahora piden entre 13 mil y 25 mil dólares por migrante; lo que les haría casi duplicar sus ganancias.
Con información de Telemundo y Prensa Libre.