Para nadie es un secreto que hoy en día, la problemática a la que se enfrenta el mundo entero gracias a la llegada del famoso virus de origen chino, COVID-19, ha rebasado las estadísticas que se tenían planeadas.
Y es que han pasado dos años desde que el coronavirus, obligó a la humanidad a un encierro perro que parece no tener fin, algo que ni las personas ni la economía de las grandes potencias del mundo pudieron aguantar.
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Aunque se tratara de un cuento de horror, millones de personas en el mundo entero se han visto obligadas a enfrentar una crisis económica que ha dejado la devaluación y la alza de precios en todos lados.
Por ende, familias de diferentes países tienen que salir de sus países de origen en busca de una mejor calidad de vida para ellos y sus respectivas familias, aunque muchos llegan a sufrir grandes consecuencias en el intento.
Prueba de ello son las enormes caravanas de migrantes provenientes de centroamérica, quienes fijan sus sueños en cruzar hacia Estados Unidos con la intención de ver realizado el tan conocido “sueño americano”.
Pero desde la era de Donald Trump, la entrada a dicho país se ha vuelto casi imposible, pues las fuerzas armadas han tenido la indicación de disparar a todo aquel que quiera cruzar de forma ilegal.
Sin embargo, eso sólo ha sido un aliciente para que los mafiosos, o también conocidos como coyotes o polleros, abusen de las necesidades de los migrantes y los alienten a confiar en sus servicios.
Muchos de ellos son estafados con el poco dinero que llevan con ellos, a tal grado de nunca cumplir lo pactado, llevarlos a una muerte segura o hasta poner en riesgo la vida de menores de edad.
Estos últimos, son los que más han sufrido en los últimos años, pues a través de los diferentes medios de comunicación se dan a conocer las historias de niños que son abandonados en pleno desierto.
Dos menores de 1 y 4 años de edad
Ahora, la historia se vuelve a repetir cuando las autoridades fronterizas en Del Rio, Texas, se dieron cuenta de que los niños iban con unas personas que no eran ni sus padres ni sus tutores legales.
Cabe señalar que los oficiales se percataron y de inmediato tomaron cartas en el asunto para poder rescatarlos y lo consiguieron, sin poder capturar a los coyotes ni a los responsables.
De acuerdo con las imágenes que rápidamente se han viralizado a través de redes sociales, uno de los niños no podía ni sostenerse en pie, cuando los dejaron a su suerte.
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