Desde hace más de 30 años, en la céntrica 4th Avenue de Sunset Park, en Brooklyn, la familia López ofrece la mejor variedad de pan 100% mexicano con la deliciosa receta tradicional de su natal Puebla.
Desde conchas y campechanas, hasta pan de muerto y roscas de reyes, esta familia de panaderos ha logrado llevar un pedacito de México a Nueva York.
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La historia de los López, como la de muchos otros connacionales que buscan el sueño americano, comienza en un pequeño pueblo llamado Chila de las Flores, una región que colinda con Oaxaca, en la mixteca poblana.
De ahí es originario Don Paco López, quien junto con su esposa y sus hijos crearon la segunda panadería orgullosamente mexicana en el barrio de Brooklyn, aunque la primera en implementar el concepto de tomar charola y pinzas para escoger tu propio pan. Tal y como se acostumbra en México.
Miguel López, uno de los ocho hijos de Don Paco, contó en entrevista para Heraldo USA que su padre proviene de una familia de panaderos artesanos, quienes desde muy temprana edad aprendieron el oficio de su abuelo, Ángel López. Incluso después de mudarse a Acatlán de Osorio, otro municipio poblano, su pan era conocido como el mejor de la región.
Con esta invaluable herencia y en busca de mejores oportunidades, en 1972, Don Paco emigró a los Estados Unidos. Su esposa y sus hijos se le unirían con el paso de los años.
Al principio, Don Paco trabajó en restaurantes y tiendas de ropa, hasta que un día encontró empleo en una panadería italiana. Ahí laboró durante 20 años, hasta que un día él y su familia decidieron emprender el sueño de un negocio propio. Fue así que el 29 de junio de 1991, abrió sus puertas 'Don Paco López Panadería', nombrado de esta manera por una de sus hijas mayores que actualmente vive en Chicago.
"Empezamos a ver qué nombre ponerle. Se nos pasaron por la mente 'Mi México lindo', 'Azteca Bakery', hasta que mi hermana mayor dijo '¿Por qué no se le pone Don Paco López?' Nos contó: 'ustedes no se acuerdan, pero Don Paco López en Acatlán es sinónimo de buen pan'. Y así nació el nombre”, recordó Miguel.
Desde muy temprano, la familia López empieza con la venta de conchas, tamales y tortas, pues además de vender un exquisito pan horneado, también ofrecen comidas típicas y otros productos mexicanos.
Miguel asegura que todas las recetas provienen de su abuelo y que los ingredientes son caseros de la mayor calidad elaborados en la panadería y traídos desde México. Al preguntarle cuál es el pan que más se vende, dijo que sin duda la gran estrella de ‘Don Paco López’ es la concha, uno de los panes favoritos de la clientela mexicana.
De ahí, le sigue la famosa campechana, un pastelito rectangular con azúcar encima que se cristaliza por completo y que cuando lo comes se “desmorona en la boca”, describe Miguel. Otra de las especialidades de la panadería son sus famosos pasteles de arroz de leche.
“Si nosotros nos hemos mantenido en el gusto de la gente de Brooklyn por 32 años ha sido porque hacemos un pan artesanal mexicano, nosotros así nos consideramos: artesanos de la panadería”, aseguró Miguel.
En 1994, la familia se llevó una grata sorpresa cuando descubrió que el periódico The New York Times los mencionó en uno de sus artículos sobre la rosca de reyes. Y es que la forma en la que se enteraron fue totalmente inesperada.
"Sin saber de ese reportaje nos enteramos porque alguien marcó de Washington para hacer una orden. Nosotros le explicamos que tenía que venir a la panadería, pagarla y llevársela, a lo que nos contestó que si no tomábamos órdenes por teléfono por qué nos habíamos anunciado en el New York Times", relató Miguel.
Desde entonces, la fama de la panadería ‘Don Paco López’ se extendió por toda la Gran Manzana. Medios con The Today Show y la cadena ABC les han dedicado un lugar en sus redacciones para elogiar sus conchas y roscas de reyes. Incluso el Brooklyn Children's Museum instaló una panadería interactiva con el nombre de 'Don Paco López' en la que los niños pueden jugar a hacer todo tipo de pan mexicano. Miguel se siente especialmente orgulloso de este suceso.
"A veces los papás los traen cuando se dan cuenta de que la panadería realmente existe; nosotros les mostramos cómo se ve la panadería y que vean cómo es un tradicional pan mexicano", contó emocionado.
‘Don Paco Panadería’ también cuenta con un segundo local que abrió en el año 2000, en el área conocida como Spanish Harlem o el Harlem latino, pues comenzaron a ver que llegaban clientes del Bronx y Manhattan.
Y es que los López no han sido ajenos a los cambios y a la diversidad de personas migrantes que han llegado de Centro y Sudamérica, una fenómeno que los obligó a diversificarse para que todos puedieran disfrutar de un rico pan casero.
“Para el centroamericano (se vende más) el que nosotros llamamos “mordida” que es un pan dulce que lleva un poco de pasta de concha cubierta por otra capa de pan. El que se lleva mucho el sudamericano es la polka, que es igual pan dulce, pero arriba no lleva nada”, explicó Miguel.
Desde luego, la familia López también ha enfrentado dificultades económicas. Tras el huracán Katrina, en 2005, los precios de las materias primas se dispararon y los hermanos intentaron modificar algunos ingredientes para mantener la producción, pero no contaban con que Don Paco opinaría diferente.
“Su respuesta fue que entonces se quitara el anuncio que dice ‘Don Paco López’ y ‘le ponen el nombre que ustedes quieran porque mi receta no se cambia’”, relató Miguel, quien tiene muy presente esta anécdota.
Don Paco, hoy de 88 años, ya no está a cargo de la panadería, pero Miguel y tres de sus hermanos la administran. Aún así, asegura que sus papás siempre están al tanto de lo que sucede en el negocio.
“Mi papá ya no está directamente en la panadería pues ya no tiene la misma fuerza que tenía antes [...] pero siempre está en su monitor revisando qué es lo que pasa. Y cuando menos lo esperamos nos llama para avisarnos si a alguien no se está atendiendo. Mi mamá de 86 años viene todas las mañanas a las 7 de la mañana y prepara el café de 7 a 10 a.m. Le gusta estar trabajando”.
A propósito de las celebraciones del Día de Muertos, la familia López ha sido invitada a participar por segundo año consecutivo en la Semana de México en el Rockefeller Center, un evento que anualmente celebra el patrimonio y la cultura mexicanas con diversas actividades y puntos de venta.
“Vamos a estar con pan de muerto, tamales, tortas y llevando artesanías y productos que se usan para poner un altar como calaveritas de azúcar y papel picado”, explicó Miguel sobre este evento que tendrá lugar del 27 de octubre al 2 de noviembre.
También aprovechó para anunciar que dará un taller para niños el próximo 6 de noviembre en el Children's Museum, donde les enseñará a los pequeños cómo hacer pan de muerto.
"Es un orgullo estar ahí en donde cada año ponen el arbolito de Navidad, repleto de gente que viene y compra nuestro pan, tamales y tortas", expresó Miguel. "Es un orgullo y lo queremos hacer lo mejor posible".
bnaj