La filigrana mexicana es una manifestación artística que ha trascendido el tiempo y las culturas, consolidándose como una técnica joyera de delicadeza y perfección excepcionales. Su historia milenaria y los talentosos creadores contemporáneos que mantienen vivo este arte explican su reconocimiento como una expresión cultural única.
¿Qué es la filigrana? La filigrana es una técnica joyera que ha sido practicada en diversas culturas alrededor del mundo desde tiempos muy antiguos. Desde Mesopotamia, pasando por Grecia e India, hasta llegar a la actualidad, esta técnica ha sido un hilo conductor que ha unido a la humanidad en una expresión de belleza artística común. Los hallazgos arqueológicos revelan la presencia de la filigrana en joyas que datan de 3000 años antes de Cristo, como testimonio de su rica historia.
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Hablando de México, la cultura mixteca se erige como el punto de partida de la filigrana mexicana. Esta cultura mesoamericana no solo dominó los Valles Centrales del actual estado de Oaxaca, sino que también se destacó por su excepcional dominio de la técnica joyera de filigrana. El tesoro de la Tumba 7, en Monte Albán, atesora hermosos ejemplos de esta expresión artística, como el Pectoral Mictlantecuhtli (Dios de la muerte) y ‘El águila descendiendo’.
Durante el periodo virreinal, la filigrana evolucionó en México como platería civil, es decir, piezas que no tenían fines religiosos. Asimismo, la influencia árabe que llegó con los conquistadores enriqueció y perfeccionó esta técnica, combinándose con la creatividad y calidad de la mano de obra oaxaqueña. Así surgió un estilo único que representaba la naturaleza en sus creaciones, incorporando elementos como ramos de flores, plumas, bordados artesanales y hojas.
El proceso artístico de la filigrana
El proceso de creación de la filigrana es una labor minuciosa y llena de habilidades artesanales. En los talleres de Oro de Monte Albán, todo comienza con la fundición del metal para convertirlo en un alambre. Luego, este alambre se va adelgazando en un laminador, una máquina con dos rodillos de metal de diferentes calibres de grosor. Después, se utiliza una hilera, una placa de acero con perforaciones de distintos tamaños, para seguir adelgazando el alambre.
Una vez que se alcanza el grosor deseado, el alambre se somete a un proceso conocido como “tarrajado”, en el cual se le hacen pequeñas muescas con la ayuda de una tarraja. Después, se pasa el alambre por pequeños pernos para aplanarlo y dejar las muescas solo en las orillas. Con el alambre tarrajado y plano, comienza el trabajo meticuloso de dar forma a las figuras características de la filigrana, como cartones, medios cartones, calaveras y ojillos. Estas figuras se colocan sobre una piedra refractaria y se ensamblan como un rompecabezas para aplicar la soldadura y unir todas las pequeñas piezas. Finalmente, se lleva a cabo el acabado, que puede incluir el pulido y el corte de diamante.
Su legado en cada estado donde se fabrica
La filigrana mexicana ha evolucionado de manera diversa en cada estado donde ha florecido, brindando una variedad de estilos únicos y distintivos. En Yucatán, por ejemplo, se trabaja con hilos de plata finísimos, lo que da como resultado piezas que se ven femeninas y delicadas, casi como encajes. En cada región, los artesanos han dejado su sello personal en este arte, preservando tradiciones y técnicas que los identifican y diferencian.
La filigrana no es simplemente una técnica, sino un arte que demanda dedicación, paciencia y amor por el oficio ya que todo el proceso es meramente artesanal. Cada pieza lleva consigo el legado de la historia y la cultura mexicana, y los talentosos joyeros contemporáneos siguen hilando el pasado, el presente y el futuro a través de sus creaciones. Cada joya en filigrana es un testimonio de la excelencia artística y una representación del esplendor y la riqueza cultural de México desde tiempos prehispánicos.
Simplemente se considera a la filigrana mexicana un tesoro artístico que ha sido tejido con hilos de oro y plata a lo largo de milenios. Su historia, abraza la herencia de antiguas civilizaciones y la innovación de talentosos artesanos joyeros en la actualidad. La filigrana es más que una técnica, es una historia escrita en delicados y preciosos hilos que enaltece la belleza y la identidad cultural de la belleza de México. ¿Ya conocías el proceso artesanal de la filigrana?