El tener una pensión en la actualidad es casi imposible en México. Hoy en día, además de que los requisitos son más demandantes, quien aspire a un retiro digno tiene que hacer un esfuerzo extra invirtiendo su dinero para así tener acceso a una vejez digna.
No obstante, en México hay cerca de 2 millones 600 mil personas en el país que cuentan con el beneficio económico por jubilación, incluso para algunos es la única fuente de ingresos.
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Asimismo, este beneficio para adultos mayores puede protegerte en dado caso de que seas incapacitado por un accidente o enfermedad, y puede fungir como seguro de vida.
En ese sentido, es preciso conocer que la Ley de Seguro Social contempla circunstancias en que puedes perder estos derechos.
¿Quiénes tienen derecho a recibir la pensión del IMSS?
Antes de abordar las formas en que puedes perder el derecho a pensión, te diremos qué tipos existen. De acuerdo con la ley y el reglamento del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), actualmente hay tres tipos de pensiones:
- Jubilación: Para adultos mayores de 60 años que cumplan con los requisitos
- Incapacidad o invalidez: Para los que sufren de una enfermedad o hayan sufrido un accidente durante el trabajo
- Pago a familiares que eran dependientes de un pensionado que falleció
¿Por qué podrías perder el derecho a la pensión del IMSS?
En el caso de la pensión para el retiro, la manera en que puedes perder el derecho es no trabajando. Es decir, es absolutamente necesario trabajar durante más de tres cuartas partes del tiempo que hayas cotizado, así como tener un mínimo de 500 semanas de cotización.
Por su parte, para la pensión por invalidez será requerido ajustar un mínimo de 250 semanas cotizadas, aunque si demuestras que la invalidez sobrepasa el 75%, se puede ser acreedor con solamente 150 semanas. De otra forma, el afectado no aplicaría para recibir el beneficio económico.
Las semanas necesarias para conservar el derecho en caso de una enfermedad o accidente provocado por el trabajo son menos, apenas 52 semanas laborando. Aunque hay una excepción para trabajos de riesgo, en que se necesitan solamente dos semanas.
Toma en cuenta que según la Ley del Seguro Social, en un escenario en que dejaras de trabajar pero ya tuvieras los derechos adquiridos, los conservarás únicamente por un periodo no mayor de doce meses después de la fecha de tu baja; la cantidad de tiempo será la misma que una cuarta parte de lo cubierto por tus cotizaciones semanales.
Actualmente existen dos regímenes por los que puedes pensionarte; Régimen de 1973 y Régimen de 1997. Cada una determina diferentes requerimientos para ser acreedor de una pensión.
Con información de Mi Bolsillo.