Colin Farrell: de las adicciones y las drogas a la nominación al Oscar 2023

Considerado como uno de los mejores actores de su generación, Colin Farrell se ha dado a conocer tanto por sus películas como por sus romances, adicciones y escándalos que le han merecido el apodo del 'chico malo' de Hollywood. Ante la cámara, el irlandés definitivamente se lleva los aplausos, pero tras bambalinas, la historia es muy diferente. 

Nacido en Castleknock, Irlanda, en 1976, Farrell contó en entrevista para el diario The Sun que descubrió su vocación gracias a la cinta ET: El extraterrestre. Fue así que decidió estudiar actuación en Dublín. Al poco tiempo tuvo su primera oportunidad en la serie de la BBC, Ballykissangel y casi inmediatamente se mudó a Los Ángeles. Con tan solo 22 años, Farrell ya era una estrella del cine. 

Tan solo en 2002 estrenó tres de sus películas más taquilleras: En defensa del honor (Hart's War), Sentencia previa (Minority Report) y Enlace mortal (Phone Booth). Desde ese momento su éxito comenzó a escalar y pronto lo veríamos en Daredevil, La prueba y S.W.A.T., además de la superproducciones de Alejandro Magno y Miami Vice. 

Sin embargo, su salto a la fama vendría acompañado de su alcoholismo y adicción a las drogas como él mismo lamentaria más tarde. Según contó el propio actor a Radio Times, en una semana podía consumir 20 pastillas de éxtasis, varios gramos de cocaína, speed y hachís, así como botellas enteras de whisky, vino y cerveza. 

Por otro lado, en una entrevista para The Mirror, Farrell habló sin tapujos de la mala experiencia que vivió grabando Minority Report, cuando tuvo que repetir la misma secuencia 56 veces porque era incapaz de decir una frase. Una noche antes había celebrado su cumpleaños número 25 y los efectos de la borrachera le ocasionaron una terrible resaca. 

Durante esta etapa de decadencia también tuvieron lugar sus relaciones más tormentosas. Desde su relación con la actriz británica Amelia Warner, hasta su romance con Britney Spears y la actrices Angeline Jolie y Demi Moore. Sin embargo, el verdadero escándalo llegó cuando se filtró una cinta sexual con su entonces pareja, la modelo estadounidense Nicole Narain, el cual solo pudo detener en los tribunales de Los Ángeles. 

La vida de Farrell, hoy de 47 años, daria un giro de 180 grados cuando en 2003 se convirtió en padre junto con la modelo Kim Bordenave. Ambos tuvieron al pequeño James Padraig, quien nació con una discapacidad conocida como el Síndrome de Angelman, un trastorno genético que causa retraso en el desarrollo intelectual, así como problemas del habla y equilibrio y, a veces, convulsiones. 

Este episodio fue la inspiración que el actor necesitaba para cambiar su vida completamente e ingresar a una clínica de rehabilitación en 2005 para luchar en contra de sus adicciones. Luego de su desintoxicarse, su carrera también volvió a florecer tras el monumental fracaso de Alejandro Magno. Remontaría junto al director Woody Allen en El sueño de Cassandra y más tarde En Brujas, una comedia que lo hizo merecedor de un Globo de Oro. 

Entre sus trabajos más reconocidos, destacan varias de sus películas independientes: La Langosta (The Lobster), El sacrificio del ciervo sagrado (The Killing of a Sacred Deer), la precuela de Harry Potter Animales fantásticos y dónde encontrarlos, así como la serie de HBO True Detective. 

Actualmente y después de llevar sobrio más de 15 años, Farrell reconoce que su batalla contra las adicciones no ha terminado, pues todavía debe estar atento para no volver a su etapa más autodestructiva. Mientras tanto, el intérprete se acerca cada vez más a la gloria con su nominación al Oscar 2023 en la categoría de Mejor Actor, gracias a su actuación en la cinta The Banshees of Inisherin (Almas en pena de Inisherin o Los espíritus de la Isla en Latinoamérica), papel que el valió el Globo de Oro a Mejor actor de comedia o musical. 

¿Será ésta la reinvindación del 'chico malo' de Hollywood? 

bnaj