Princesa Charlene deslumbra con elegante traje blanco en un picnic tradicional de Mónaco

La princesa Charlene de Mónaco lució su elegante figura durante una rara aparición con su esposo, el príncipe Alberto, y sus mellizos Gabriella y Jacques. La realeza, de 44 años, portó un conjunto de encaje blanco al asistir al U Cavagnetu, un picnic tradicional anual que se celebra en Mónaco.

Los miembros de la realeza fueron fotografiados mientras observaban las festividades, incluidas las actuaciones de bailarines tradicionales. Charlene se robó las miradas con un top de encaje blanco y pantalones acampanados a juego que combinó con tacones de aguja beige.

Su cabello corto platinado estaba peinado con una raya de lado, y terminó su look con un maquillaje natural, con ojos ahumados claros y labios rosados. Mientras tanto, la princesa Gabriella se puso un vestido floral azul hasta la rodilla, que combinó con una diadema con flores de tela.

Su hermano gemelo, el príncipe Jacques, vistió una camisa con el mismo diseño floral azul, la cual combinó con una camiseta blanca y un pantalón turquesa. El príncipe Alberto optó por un conjunto informal, vistiendo pantalones beige y una camisa blanca, rematado con un blazer azul pálido.

Charlene ha vuelto a la vida pública después de permanecer en gran medida fuera del ojo público durante los últimos 18 meses, aunque han circulado rumores de que está recibiendo 10 millones de libras esterlinas al año para aparecer al lado de su esposo en compromisos oficiales.

La princesa pasó 10 meses en su natal Sudáfrica el año pasado después de contraer una sinusitis que luego requirió cirugía. Regresó a Mónaco en noviembre, estuvo allí unos días y después se fue a un centro de tratamiento en Suiza. La naturaleza exacta de su condición no se hizo pública, pero Albert dijo que estaba "agotada".

Charlene ha hecho un puñado de apariciones, incluido un reciente compromiso en solitario en una sala de maternidad. La relación de Charlene y Albert ha sido objeto de un enorme escrutinio en los últimos meses. El príncipe Alberto dijo que estaba "herido por los rumores maliciosos" que se difundieron sobre su matrimonio tras la ausencia de su esposa y dijo que es "la cosa más hermosa" tenerla de vuelta con él.

El Palacio Real de Montecarlo se niega a discutir acuerdos financieros específicos, pero el principado paga alrededor de 40 millones de libras esterlinas al año para cubrir los costos de funcionamiento de la institución. Sin embargo, los miembros de la realeza no son funcionarios asalariados, lo que significa que Charlene dependería de Albert, un multimillonario por derecho propio, para su propio dinero para gastos.

"Por supuesto, la princesa disfruta de grandes beneficios, pero el efectivo no está garantizado. Ella ha pasado por un momento muy difícil, por lo que tendría sentido que Charlene tratara de asegurar sus propios ingresos garantizados", dijo una fuente real con sede en Montecarlo a MailOnline.

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