El Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos confirmó que el actor Alec Baldwin sí disparó el arma que mató a la directora de fotografía Halyna Hutchins, durante el set de filmación de la película "Rust". Tras casi un año de investigaciones, la agencia concluyó en un nuevo informe forense que el arma que manipulaba Baldwin no pudo accionarse sin jalar el gatillo.
El documento policial, difundido por el medio ABC News, difiere de las declaraciones que hizo Baldwin, quien aseguró no haber apretado el gatillo de la pistola de utilería durante el ensayo del 21 de octubre de 2021 en el que murió Hutchins.
“No se apretó el gatillo. Nunca apuntaría con un arma a nadie y apretaría el gatillo. Nunca", mencionó el actor en diciembre del año pasado durante una entrevista con George Stephanopoulos, de ABC News.
Sin embargo, luego de realizar una serie de pruebas de descarga accidental con el mismo modelo de revolver involucrado en el incidente (revólver de calibre 45 Colt), el FBI descartó que el arma se haya podido utilizar sin jalar la cola del disparador. Aunque el informe también reconoce las limitaciones de la pruebas.
"Con el martillo en las posiciones en las que se encontraba, el cañón no se podía disparar sin apretar el gatillo mientras los componentes internos estaban intactos y funcionales", apuntan. "Puede que no sea posible recrear o duplicar todas las circunstancias que llevaron al disparo de un arma de fuego sin apretar el gatillo", añaden.
¿Baldwin podría ir a la cárcel?
Según lo publicado en ABC News, aún no se ha tomado alguna decisión de acusación, además los investigadores todavía esperan los registros telefónicos del actor, de 64 años, quien tardó alrededor de tres meses en entregar su dispositivo.
Otra parte de la indagatoria está enfocada en conocer cómo llegó al set de filmación una ronda de munición real, según CNN. Baldwin, quien sostenía el arma de fuego en el momento del incidente, ha afirmado que tenía la impresión de que era un arma de utilería.
Tras lo sucedido en el condado de Sant Fe, Nuevo México, el caso fue clasificado como un accidente, pero las averiguaciones continúan.
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