La reina Isabel II tiene una gran cantidad de nietos con quienes mantiene distintos tipos de vínculos, fuentes cercanas al Palacio de Buckingham revelaron que la soberana antes tenía una debilidad por el príncipe Harry, pero después de que decidiera independizarse de la Corona Británica en 2020, las cosas cambiaron.
Actualmente es una de sus nietas la que pasa más tiempo con ella, se trata de Luisa Mountbatten-Windsor, la primogénita del príncipe Eduardo, hijo menor de la reina Isabel II, y Sofía de Wessex.
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La joven tiene 18 años y sus padres pidieron que no lleve el título de princesa para que no tenga la obligación de servir a la Corona Británica, motivo por el que todos se refieren a ella como Lady Luisa Windsor.
Eduardo y Sofía estuvieron de acuerdo en darle total independencia a su hija y la criaron para que sepa que deberá trabajar para ganarse la vida.
Lo mismo ocurre con las princesas Beatriz y Eugenia de York, hijas del príncipe Andrés y Sarah Ferguson, quienes trabajan en la empresa de software Afiniti y en una galería de arte, respectivamente.
Cuando el príncipe Harry renunció a sus deberes reales y se mudó a Estados Unidos, Lady Luisa decidió involucrarse más con la familia real.
A pesar de no estar obligada a servir a la corona británica, la reina Isabel II admiró su madurez y sus ganas de trabajar, lo cual hizo que pasaran mucho tiempo juntas en el Castillo de Balmoral durante la pandemia de coronavirus.
Las fuentes también aseguran que Lady Luisa es un reflejo de su tía, la princesa Ana, quien es la segunda hija de la reina Isabel II. Las tres son fanáticas de los deportes ecuestres, una pasión que las unió y pasan horas hablando de ello y viendo carreras.
Lady Louisa podría ser “el arma secreta” de la monarca para que se una a la nueva generación de royals: el príncipe George, futuro heredero al trono, y sus hermanos, la princesa Charlotte y el príncipe Louis.
Hasta el momento la joven no ha hecho actos públicos en solitario y se espera que empiece la universidad en el corto plazo.
abc