Tan solo una semana después de que su hijo de 17 años, Shane O’Connor, fuera encontrado sin vida, la cantante Sinéad O'Connor fue hospitalizada luego de sufrir una crisis extrema.
La tragedia ha causado estragos en la salud mental de la intérprete irlandesa, quien en los últimos días publicó una serie de mensajes inquietantes en Twitter en los que hablaba de quitarse la vida.
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"He decidido seguir a mi hijo. No tiene sentido vivir sin él. Todo lo que toco, lo arruino. Solo me quedé por él. Y ahora se ha ido", escribió recientemente en una cuenta de Twitter vinculada a su perfil oficial.
Seguido de mensajes alarmantes como: “Me jodieron desde el día que nací. No es culpa de mis padres ni de mi familia ni de mis hijos. Es mía. Dios me hizo mal. Así que me envío de regreso y lo encuentro”.
Fue la propia artista quien, el jueves por la noche, compartió con sus seguidores que se dirigía al hospital para recibir ayuda. Dijo que había aceptado acudir a terapia para no tomar la misma decisión que llevó a su hijo a la muerte.
“Lo siento. No debí haber dicho eso. Ahora estoy con la policía de camino al hospital. Lo siento, molesté a todos”, se disculpó en sus redes.
Sin embargo, al poco tiempo escribió: “Estoy perdida sin mi hijo y me odio a mí misma. El hospital ayudará un tiempo, pero voy a encontrar a Shane. Esto es solo un retraso”.
Más tarde, todos estos mensajes fueron eliminados de su cuenta en Twitter.
El cuerpo de Shane O’Connor fue descubierto el pasado 7 de enero, dos días después de que el adolescente desapareciera de un centro médico donde se encontraba bajo vigilancia por riesgo de suicidio.
La intérprete de 55 años confirmó su muerte en Twitter, donde dijo que su "hermoso" hijo "decidió poner fin a su lucha terrenal".
“Mi hermoso hijo, Nevi’im Nesta Ali Shane O’Connor, la luz misma de mi vida, decidió terminar su lucha terrenal hoy y ahora está con Dios”, escribió.
La propia cantante ya había sido rescatada de un intento de suicidio en el pasado, cuando en 2015 confesó en su cuenta de Facebook que había tomado una sobredosis. Para ese momento, O'Connor ya había sido diagnosticada con trastorno bipolar, estrés postraumático y trastorno límite de la personalidad.
En aquella ocasión, la artista fue localizada por la policía y recibió la atención médica necesaria para salvar su vida.
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bnaj