Corea del Norte disparó este miércoles más de 20 misiles balísticos que impactaron en aguas territoriales de Corea del Sur y provocaron una inusual alerta por ataque aéreo en la isla de Ulleungdo, donde pidieron a sus habitantes evacuar y refugiarse en búnkeres bajo tierra. Uno de ellos cayó muy cerca de Seúl, la capital surcoreana, a solo 60 kilómetros de la ciudad de Sokcho.
Al respecto, el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, denunció este hecho como una "invasión territorial", mientras que el director de operaciones del Estado Mayor Conjunto, Kang Shin-chullo, lo calificó como un acto "inaceptable" al haber traspasado la Línea de Límite Norte por primera vez desde la división de la península en 1953.
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El Norte también efectuó un centenar de disparos de artillería a una zona fronteriza marítima, en lo que expertos consideran como parte de una respuesta "agresiva y amenazante" de Pyongyang a los ejercicios militares que realizan Estados Unidos y Corea del Sur.
En respuesta a estas acciones, el ejército de Corea del Sur lanzó tres misiles de precisión aire-tierra a aguas norcoreanas que cayeron hacia mar abierto. Mientras tanto, el presidente surcoreano convocó una reunión de su Consejo de Seguridad Nacional para analizar el disparo, y ordenó una "respuesta rápida y severa" ante estas "provocaciones".
Este intercambio de misiles ocurre tan solo unas horas después de que Corea del Norte advirtiera que Corea del Sur y Estados Unidos pagarían "el precio más horrible de la historia" si continuaban con los ejercicios militares conjuntos. Al mismo tiempo, ambos países acusan el régimen norcoreano de preparar un nuevo ensayo de armas nucleares, que sería el primero desde 2017.
Operación 'Tormenta vigilante'
Estos disparos se producen en un contexto de hostilidad en toda la península que no ha cesado en este 2022, con más de 50 lanzamientos de misiles desde Corea del Norte, incluido un misil balístico que pasó sobre Japón.
De igual modo, Corea del Sur y Estados Unidos ya realizan maniobras conjuntas bautizadas como 'Tormenta Vigilante', que implica la presencia de aviones de guerra por ambos lados de la frontera.
Sobre estos ejercicios, Pak Jong Chon, un alto oficial de Corea del Norte, dijo que estos "eran agresivos y provocadores".
"Si Estados Unidos y Corea del Sur pretenden usar fuerzas armadas contra la República Popular Democrática de Corea sin miedo, los medios especiales de las fuerzas armadas de la RPDC desplegarán su misión estratégica sin demora", advirtió.
Apenas en marzo de este año, un submarino norcoreano torpedeó un buque surcoreano y mató a 46 tripulantes, de los cuales 16 era jóvenes que realizaban su servicio militar obligatorio. Más tarde, en noviembre de ese mismo año, Pyongyang bombardeó una isla fronteriza surcoreana y mató a dos marinos.
Por lo pronto, las autoridades de Corea del Sur cancelaron las rutas aéreas por encima del mar del Japón, al este de la península, y recomendaron a las aerolíneas locales que se desvíen para "garantizar la seguridad de pasaje en las rutas hacia Estados Unidos y Japón".
Con información de AP y AFP
bnaj