Los oficiales de policía que respondieron a la masacre de Uvalde en la que perdieron la vida 19 niños y dos maestras dijeron que les daba miedo recibir un disparo del agresor en imágenes de cámaras corporales recientemente filtradas del día de la tragedia.
Casi 400 agentes de diferentes agencias respondieron al tiroteo en la escuela primaria Robb en mayo, pero esperaron afuera del edificio durante más de una hora mientras el pistolero de 18 años, Salvador Ramos, se abrió camino entre dos aulas de niños.
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En las imágenes, oficiales fuertemente armados con chalecos antibalas del Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS, por sus siglas en inglés) permanecen afuera.
"¿Quieres saltar la maldita puerta o qué?" pregunta un oficial en el video obtenido por una estación de televisión de San Antonio, Texas. “¿Cuál es la forma más segura de hacer esto? No estoy tratando de que me aplaudan”, respondió el segundo soldado de DPS. “Yo tampoco”, dijo el primer oficial. “Tampoco me gusta pararme junto a las ventanas donde nos pueden disparar, hermano”, agrega el segundo oficial.
El video también muestra confusión y caos, con oficiales inseguros sobre hechos básicos, como a quién le habían disparado, quién estaba en el salón de clases con el tirador y una vacilación continua para tomar medidas.
“Te vas a poner en peligro”, se puede escuchar a un oficial preguntándole a otro oficial.
Eventualmente, se abrió una brecha en la puerta de un salón de clases y le dispararon a Ramos, pero un informe de los legisladores de Texas publicado en julio criticó la respuesta de las fuerzas del orden público a la tragedia.
El video fue revelado horas antes de que el Departamento de Seguridad Pública de Texas realizara una reunión pública donde los funcionarios electos y los padres de los niños Uvalde asesinados pudieron dirigirse a los altos mandos del DPS, incluido su director, Steven McCraw.
En declaraciones públicas anteriores a las familias de las víctimas, McCraw dijo que renunciaría si sus soldados tenían “alguna culpabilidad” en la respuesta policial fallida.
“¿Eres un hombre de palabra?” preguntó Brett Cross, cuyo sobrino de 10 años, Uziyah García, fue asesinado, mientras confrontaba a McCraw. “Absolutamente”, respondió McCraw. “Entonces renuncie”, dijo Cross.
Antes de que terminara la reunión, McCraw mantuvo su postura de que los oficiales del DPS hicieron su trabajo.
“Puedo decirles esto ahora mismo: DPS como institución, en este momento, no le falló a la comunidad, simple y llanamente”, dijo McCraw.
Después de la masacre, varios funcionarios fueron despedidos, incluido el sargento de DPS, Juan Maldonado, quien se encontraba en el lugar durante el tiroteo.
El jefe de policía de las escuelas de Uvalde, Pete Arredondo, fue despedido en agosto y toda la fuerza policial del distrito escolar fue suspendida a principios de este mes.
abc