Joe Biden sabía sobre el colapso de su segundo hijo, Hunter Biden, provocado por su adicción a las drogas ocurrido en el momento en que su hijo compró un arma y mintió sobre ser adicto en el formulario de compra jurada, revela un mensaje de voz del presidente dirigido a su primogénito.
El mandatario estadounidense se escucha al borde de las lágrimas en el mensaje de voz dejado en la computadora portátil de Hunter el 15 de octubre de 2018, tres días después de que Hunter comprara el arma y mintiera sobre ser drogadicto, rogándole que buscara ayuda.
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"Es papá. Llamé para decirte que te amo. Te amo más que a todo el mundo amigo", dijo Biden en el mensaje del 15 de octubre. "Tienes que conseguir ayuda. Sé que no sabes qué hacer, yo tampoco".
El mensaje de voz, junto con los mensajes de texto frenéticos entre Hunter y su cuñada Hallie encontrados en la computadora portátil, podrían formar parte de la evidencia que los fiscales usan para construir su caso, si deciden procesar a Hunter por presunto delito grave.
Los correos electrónicos, los mensajes de texto y las fotografías publicadas anteriormente por The Daily Mail se encuentran entre una gran cantidad de evidencia que los fiscales podrían usar en el juicio si Hunter Biden es acusado de delitos fiscales y mentir en los documentos de compra de armas.
El FBI cree que tiene pruebas suficientes para acusar a Hunter Biden de no declarar los ingresos de sus negocios en el extranjero y de no declarar que era drogadicto en una solicitud de armas.
Los agentes le dijeron al Post que reunieron suficiente evidencia para un caso penal contra el segundo hijo del presidente estadounidense 'hace meses', y la decisión de acusar ahora recae en los fiscales federales.
Hunter también escribió en una solicitud de armas que no era un usuario de drogas ilegales, pero luego admitió en sus propias memorias que en ese momento era adicto al crack. El 12 de octubre de 2018, Hunter compró una pistola calibre .38 de StarQuest Shooters & Survival Supply en Wilmington, Delaware.
El Registro de transacciones de armas de fuego requerido por el gobierno federal para la compra, obtenido también por el Daily Mail, pregunta: "¿Es usted un usuario ilegal o adicto a la marihuana o cualquier depresivo, estimulante, narcótico o cualquier otra sustancia controlada?" Hunter marcó la casilla: 'No'. Pero en sus memorias, "Beautiful Things", admitió su continua "adicción en toda regla" en ese momento, y al hacerlo, pareció admitir el delito grave de mentir sobre el arma de fuego.
“Regresé (a la costa este) ese otoño de 2018, después de mi recaída más reciente en California, con la esperanza de limpiarme a través de una nueva terapia y reconciliarme con Hallie. Tampoco pasó", escribió en la autobiografía de 2021.
Dijo que asistiría a sesiones regulares de terapia con ketamina como parte de su tratamiento de rehabilitación, pero siguió fumando crack durante todo el proceso.
"Los resultados de la terapia fueron desastrosos", escribió. "Recaí. Hice exactamente lo que había venido a Massachusetts a dejar de hacer. Me mantendría limpio durante una semana, me separaría del centro para reunirme con una conexión que encontré en Rhode Island, fumaría y luego regresaría. Una cosa que hice muy bien durante ese tiempo fue engañar a la gente sobre si estaba o no usando. Entre viajes hasta allí, incluso compré orina limpia de un traficante en Nueva York para pasar las pruebas de drogas. Dudo que haya mucho bien en consumir ketamina mientras estás en crack".
El año pasado, el sitio de noticias Politico obtuvo por primera vez una copia del Registro de transacciones de armas de fuego y un recibo de la compra. Mentir sobre formularios de armas es un delito grave, punible con un máximo de 10 años de prisión y una multa de 250 mil dólares.
No todos los casos son procesados
De las 478 referencias por "mentir y comprar" que recibió el Departamento de Justicia en 2018, se presentaron cargos por 298 casos, alrededor del 60%. Hunter apenas tuvo el arma durante dos semanas cuando ocurrió un incidente peligroso.
La viuda de su hermano, Hallie Biden, encontró el arma en su camioneta el 23 de octubre y la arrojó a un bote de basura frente a la tienda de comestibles local Janssens, frente a una escuela secundaria. Fue descubierta por un vagabundo que estaba rebuscando en la basura. Se llamó a la policía local y al FBI.
Hunter discutió sobre el incidente con Hallie en mensajes de texto de pánico en los días siguientes. "La jodida Hallie del FBI. Es difícil creer que alguien sea tan estúpido // entonces, ¿cuál es mi culpa aquí, Hallie, de la que hablas? ¿Poseer un arma que está en un auto cerrado escondido en otra propiedad?', escribió.
"Estaba abierto sin llave y con las ventanas bajadas y los niños registran tu auto", respondió Hallie. "Tengo miedo de que lo uses para cazar... Tengo miedo por tu vida".
A pesar de que los Biden no tenían la protección del Servicio Secreto en ese momento, los agentes del USSS se presentaron y le pidieron al dueño de la tienda de armas, Ron Palmieri, que les entregara los documentos de compra.
Sospechando que el caso sería encubierto, Palmieri se negó y, en cambio, entregó sus documentos a los agentes de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, según un informe de Politico de marzo de 2021.
El Servicio Secreto ha negado cualquier participación, pero en los mensajes de texto de la computadora portátil de Hunter también afirmó que tuvieron un papel.
"Robó el arma de la caja de seguridad de mi camión y la tiró en un bote de basura lleno hasta arriba en Jansens. Luego me dijo que era mi problema con el que tenía que lidiar”, escribió Hunter en un mensaje de texto de tres vías con Hallie y su terapeuta en enero de 2019. "Luego, cuando la policía, el FBI, el servicio secreto llegaron a la escena, dijo que me lo quitó porque tenía miedo de que me hiciera daño debido a mi problema con las drogas y el alcohol y nuestra relación volátil y que temía por los niños".
La organización de transparencia Judicial Watch actualmente está demandando al Servicio Secreto por su negativa a entregar los registros relacionados con el incidente bajo la Ley de Libertad de Información. El año pasado, la agencia les dijo a los senadores Chuck Grassley y Ron Johnson, que han estado investigando la posible actividad delictiva de Hunter, que no estaban involucrados.
"El Servicio Secreto no brindó protección a ningún miembro de la familia Biden en 2018", dijo el agente especial a cargo Benjamin Kramer en una carta publicada por los senadores republicanos. "Además, las búsquedas de registros sobre la participación informada del personal del Servicio Secreto en el presunto incidente no han arrojado resultados".
abc