Para nadie es un secreto que mucho antes de la pandemia por COVID-19, las cosas en América Latina estaban atravesando por un estado muy crítico, pues las caravanas de migrantes eran cada vez más grandes.
Cabe mencionar que dicha crisis comenzó a acrecentarse a raíz que el empresario Donald Trump se convirtió en el dueño de la Casa Blanca, pues sus intentos de cerrar la frontera entre México y Estados Unidos sólo sembró el pánico.
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Ahora, muchos países, en especial Centroamérica, recorren grandes distancias en busca de un sueño que hoy en día, está más lejos de cumplirse.
Con el mandato de Joe Biden, muchos migrantes pudieron ver una luz al final del túnel para poder cumplir sus sueños fuera de sus países.
Es importante mencionar que muchas personas salen de sus países por la pobreza extrema que viven, o bien por la violencia o narcotráfico tan fuerte que se vive.
Pero ahora, hay un país que ha puesto al gobierno de Joe Biden en jaqué, pues quieren evitar que la historia de Venezuela se vuelva a repetir.
¿El Salvador es la “Nueva Venezuela”?
El que se encargó de abrir los ojos de su país fue Juan González, asesor de la Casa Blanca para Latinoamérica, quién aseguró que va a trabajar con autoridades de talla internacional para evitar que el presidente Nayib Bukele vuelva al país en una dictadura.
Fue en entrevista con la agencia EFE, ,misma que coincidió con la visita oficial del secretario de Estado, Antony Blinken a Colombia y Ecuador, donde destacó que le preocupa cómo el presidente salvadoreño, Nayib Bukele: "usa la popularidad para debilitar el sistema demócrata" en el país.
"Nosotros hemos visto esa película antes, en lugares como Venezuela, donde alguien usa la popularidad para crear un sistema autoritario, y eso no ha servido al pueblo venezolano muy bien", aseguró González.
El vocero también aseguró que justo se encuentran celebrando el aniversario número 20 de la Carta Interamericana Democrática, por lo que Estados Unidos se ha comprometido con un sistema democrático en la región.
Dicha práctica no tiene fines de ideología, sino porque se han intentado formar algunos gobiernos revolucionarios y autoritarios, mismos que no han dado resultados económicos, sociales o políticos de la forma en que lo hace la democracia.
"Tenemos una relación bastante cercana con el pueblo salvadoreño, y vamos a seguir trabajando con ellos. Desafortunadamente, la corrupción, como en otras partes del mundo, impide la prosperidad de su pueblo y la habilidad del gobierno de rendir cuentas…”.
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